El CEO de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, considera que China está en camino de ser la primera economía mundial y revela que están colaborando para reformar la economía de este gigante asiático.
Blankfein hizo esta declaración en una entrevista a la web especializada Nikkei Asian Review en la que también aseguró que Goldman Sachs “tiene un papel importante que desempeñar” en apoyo de la reforma económica china.
La relación de este banco de inversión americano con China ha venido desarrollándose a través de una asociación con el fondo estatal China Investment Corp. desde otoño pasado. Blankfein se refirió a la importancia del país como mercado para Goldman Sachs, destacando que es la segunda economía más grande del mundo, y ciertamente está en camino de ser la más grande”, y añadió que “hemos tenido una relación con (China) durante mucho tiempo”, y aseguró viajar con frecuencia a aquel país.
China tendrá que reorganizar las empresas para hacerlas más eficientes
El banquero americano considera que los servicios de su entidad contribuirían a acercar a China a las economías avanzadas, “un objetivo que requerirá que el país intensifique la reforma económica y financiera”. Concretamente avanzó que “son necesarias reglas y regulaciones que permitan a las compañías instar la quiebra de manera sensata para que los activos malos puedan ser reciclados y reubicados en la economía”, dijo, y “habrá que reorganizar las empresas para hacerlas más eficientes”.
Según el CEO de Goldman Sachs, su entidad puede aportar iniciativas y soluciones para todo ello y ayudar a la economía china a crecer.
Japón ofrece resultados sólidos y duraderos, pero no resultados rápidos
La experiencia y actividad de este banco americano en Asia se extiende especialmente a Japón, en donde opera desde hace 40 años. Se trata de un país, a juicio de Blankfein, en el que “el compromiso es especialmente importante, las relaciones realmente importan”. El directivo matizó que “a veces es frustrante: quieres resultados rápidos, pero Japón ofrece resultados sólidos y duraderos, pero no resultados rápidos”.
Una de las operaciones más destacadas de Goldman Sachs en Japón ha sido asesorar a Toshiba el año pasado en el aumento de capital de 600.000 millones de yenes (5.680 millones de dólares) para Toshiba el año pasado, recursos que han permitido a esta compañía a superar sus problemas hasta finalizar la venta de su unidad de chips, destacando la rapidez con la que el banco americano levantó esos fondos entre inversores globales, una tarea que hubiera sido difícil para un bróker japonés.
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