Mantener la obsesión fanática de que hay que dialogar con los catalanes, pero sin tocar la Constitución y las leyes, es un comportamiento franquista, fascista y dogmático.
Si Adolfo Suarez hubiera tenido esta misma postura, jamás, se hubiera producido la transición de la dictadura a la democracia. Sin modificar las Leyes Fundamentales de la dictadura, no se hubiera producido ningún cambio.
Suárez cómplice en la dictadura y tú, indigno presidente del gobierno de España, a los dos la Historia os ha colocado ante la decisión de cambiar las leyes que ya no sirven.
Las Leyes Fundamentales al servicio de una dictadura y la Constitución del 78 al servicio de una democracia, estuvieron y están siempre implantadas para ser cambiadas o reformadas, cuando dejen de estar al servicio del pueblo, interpretando los signos de los tiempos.
Suárez se sirvió del engaño para que el pueblo español, votara una nueva Constitución, metiendo e instaurando de soslayo la monarquía borbónica. Cumplió el testamento de Franco en sus dos variables más significativas que: ESPAÑA ES UNA GRANDE Y LIBRE y la entronización del último vástago de la impresentable dinastía de la Casa de Borbón.
Por tu parte, eres más franquista que tus predecesores de la saga de los déspotas: Franco, Fraga y Aznar. Sigues con el fanatismo franquista de la unidad de España y crees que el conflicto catalán se va a resolver con los tribunales, que son tan franquistas como tú.
Tienes tres vías de solución al conflicto.
La primera que has emprendió, la más torpe, terca y parca, que ha sido eludir que es un problema político y no jurídico. El resultado será inhabilitar a todos los cargos públicos o meterlos en la cárcel. Por su parte los catalanes están dispuestos a ello, hasta que no quede un independentista en la calle.
La segunda es aplicar el artículo 155 de la Constitución, con los tanques en la calle si llega el caso. Y suprimir el autogobierno de Catalunya, es decir, volver al centralismo franquista.
Y la tercera será la que el pueblo desea. Para ello tienes que abrirle la puerta para que hable como lo hizo tu admirado Suárez. Sin la Reforma Política de las Cortes Españolas franquistas, no se hubiera producido el paso a la democracia.
Detrás de tu terquedad franquista, está la Oligarquía que te sostiene. El Ejército que estás dispuesto a dar su sangre por la unidad de España y la Iglesia que tanto ayudó al genocidio del Caudillo de España, que lo fue por la Gracia de Dios. Por su puesto cuentas con los medios de comunicación, auténticos impostores del periodismo y tus votantes cómplices que miran hacia otro lado para no respirar el hedor de tu corrupción.
El conflicto catalán encontrará su cauce y tú pasarás a la historia como el más terco, parco y torpe de los españoles que se han dedicado a la política.