Comienzo mi carta con una obviedad. El Rey de España ha sido a ti, después de la negativa de Rajoy, a quien ha encargado la responsabilidad de formar Gobierno. Otra obviedad que no renuncio a recordarte es que el pacto firmado por PSOE y Ciudadanos, fue rechazado por dos veces en el Congreso de los Diputados. Y la tercera obviedad la protagoniza el hecho de que Podemos con más de cinco millones de votos, se niegue a firmar un cheque en blanco. Documento que contiene el pacto dogmático firmado por la derecha y la socialdemocracia, que ambos se denominan como la centralidad, reflejo de la moderación de un gobierno reformista y de cambio. Como exmilitante socialista que no exsocialista, te denuncio con toda sinceridad que en tu decisión ha tenido más peso la añoranza del maridaje PSOE-PP que el pacto con la izquierda progresista. Eres incapaz de vencer el odio ancestral que el PSOE ha tenido y tiene a todo aquello que se mueva a su izquierda política. La balanza la has inclinado hacia tu conveniencia, pero has dejado fuera de la báscula del 20-D a: Podemos, Mareas, Compromis, Catalunya y País Vasco. Tú puedes seguir urdiendo que Podemos será el culpable de un adelanto de los comicios, pero igual que Pablo Iglesias va a pedir la opinión a las bases, el sanedrín de los barones del PSOE, podrían pedir a sus militantes que opinaran sobre el pacto PSOE y Ciudadanos para formar gobierno, poniendo como segunda pregunta, un pacto a la valenciana…
Me avergüenzo de que tú y el PSOE hayáis tomado parte de un complot contra Podemos, donde estáis en la misma trinchera formando las mismas barricadas los medios privados y públicos, brillando con luz propia los voceros y boceras que quieren apuntalar los errores del pasado. Franquistas, caciques y corruptos.
No obstante, soy optimista porque tú no tienes madera de mártir y no permitirás que junto al pacto de Ciudadanos, otros, firmen tu acta de defunción política. ¿No querrás pasar a la Historia sin epitafio alguno?