CARTA A FELIPE VI

CARTA A FELIPE VI Esta carta que va a usted a leer, majestad, se la escribí a su padre y predecesor Juan Carlos I, en el año 2010…El título: Juan...

CARTA A FELIPE VI 
Esta carta que va a usted a leer, majestad, se la escribí a su padre y predecesor Juan Carlos I, en el año 2010…El título: Juan Carlos I «El Panfilo»…Ya, si… lo de Pánfilo…Verá majestad, su padre de pánfilo solo tenia el careto y las formas. En todo lo demás fue un pájaro de cuidado, en detestable comandita con las mafias políticas instaladas en el poder. Sobre todo, con los malhechores del PSOE y su capo principal Felipe Gonzalez, un ganster que haría de Al Capone, un alevín de colegio de primaria…Porque con Adolfo Suarez, sus excesos, jamás se los hubiera tolerado por mucha sien coronada que le asistiera…Hay noblezas sin corona, como la del gran Adolfo y coronas sin nobleza, como la de su real padre…Esto se lo digo yo, uno de sus más insignificantes súbditos. Porque sus otros vasallos, los poderosos, los que pisan las alfombras del palacio, frente a su Majestad, no se atrevan ni a enjuagarse la lengua tras limpiar con ella sus reales zapatos. Lea esta carta con atención, Majestad, se lo pide un español… No le indicará las cosas que tiene que hacer, no llego a tanto, pero si sabrá captar las que no debe. La carta decía así:
«Si, majestad, el Pánfilo, un alias que se lo ha ganado a pulso, como antaño hicieran vuestros predecesores…el «Católico», el «Hechizado», el «Indolente»…Pues vos sois el «Pánfilo», con tendencia a empeorar si persiste en el trono más tiempo del que debiera…Los españoles conocemos de sobra su tradicional costumbre a soltar el clásico rollete navideño, un mensaje melífluo, plagado siempre de tópicos, vaguedades, deseos reiterativos, que de tan trillados cada año, casi nos atreveríamos a aventurar el que emitirá el año que viene sin que nos desviemos un pelo…Pero mire, majestad, o Juán Carlos, o Juanito o Pánfilo, como mejor prefiera; el panfleto de este año, hay que reconocerle un mérito añadido, un plus si se quiere. Ha superado la atroz desverguenza, obviedad y estulticia de los anteriores, !Que ya es decir!..Si, majestad, lo ha bordado; parece que se lo dictara el otro gran memo del pais, Zapatero…o la Lerele Pajín, tal es la tomadura de pelo. El mazazo en forma de parodia que han recibido sus subditos con su panfleto, es soberana, ya que de una monarquía hablamos. La suya, claro, que no la nuestra; recuerde que la ganó por unción de la gracia de Dios o de Franco, que viene ser lo mismo. Pero !joder! que tiempo tuvo, más de treinta años ya, para lavar su particular pecado original y hacer algún extra que redimiese, aunque fuera de rebote, su ignominioso asalto al trono…Pero no. Ha sido usted un perfecto inútil, además de un trepa. En más de treinta años de poltrana, con democracia de por medio, todavía no ha sido capaz de erradicar ni las chabolas, ni los niños entre ratas y heces fecales, la miseria más lacerante en apenas unos kms de su palacio; por no contar, los dramáticos desahucios de familias, que yo no se como no se le cae la cara de vergüenza cuando sale hablando del estado del bienestar y las protecciones sociales…¿Cuales, majestad?…Serán las suyas y las de su familia. O las de toda la castaza política que le mantienen en su jaula de cristal, cuyas prebendas alcanzadas por la puta cara, claman al cielo, mientras ocho o diez millones de sus súbditos, que no ciudadanos, se las ven y se las desean para poner el triste plato de lentejas con el que despistar el hambre…
¿Se imagina a Isabel, la de Inglaterra, con el cinturón de chabolas a unos kms de su Buckinhan Palace, o del Elíseo, o del Bundestag alemán?…¿Se imagina a todos esos paises con el 26% de desempleo?…Yo no, pero son solo unos ejemplos…A todos los jerifaltes los hubieran botado a las primeras de cambio, ademas del juicio sumarísimo que les vendría después por actos criminales contra el pueblo español…!Venga! !A la puta mierda!…pero por las bravas …Usted, señor, no tiene la menor justificación para seguir en la pol-trono…Usted es una mierdecilla, majestad, por mucha sien coronada que le adorne. Se lo digo sin el menor ánimo de injuriarle porque es usted mismo, simplemente. Jamás le vi romper una lanza por su pueblo. Lo del 23F, que en principio parecía un envite de grandeza, un verdadero lance de hombres a favor de su pueblo, al final se quedó en un grotesco farol sacado de la manga para salvar la poltrona, aunque le saliera de milagro !Le tenemos muy calao, majestad!…Eso si, le queda toda la masa amorfa, el inmenso charco de obtusos que no piensan, de ahí que siga usted flotando, pero en Europa, no duraba más allá de un bocadillo de salchichón o un taco mejicano, a manos de un famélico…A veces pienso que usted es el prototipo de representante rondón reencarnado, como un tránsfuga de los tiempos ya caducados, de aquel Ancienne Regimen que dominara Europa durante siglos, al que en Francia, la ciudadanía harta de tanta tiranía y vileza, les cortara la cabeza allá por el siglo XVIII…
Usted sobra, majestad. Usted no es de este tiempo, pertenece a aquel de los Luis XVI. Nos sobran los parásitos como usted. Como sobra la extensa camada de golfos que junto a Vos, han dejado al país para el barbecho…!Que tenemos que salir de la crisis con el esfuerzo de todos! dice. No nos haga reir, majestad. Sus cuentos navideños ya no se los traga nadie. Sabemos muy bien cual es la solución a los problemas seculares de esta vieja nación; nos la enseñaron los franceses hace 250 años, es nuestra asignatura pendiente. ¿Que se nos pasó el arroz?…!Cuidado, majestad!…Para toda asignatura, siempre hay un septiembre para recuperar, aunque el estudiante haya perdido el tiempo durante el curso.
Desde mi respeto y consideración.

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De San Sebastiián de los Reyes, un poblacho situado al norte de Madrid, justo a 18 kms de la Puerta del Sol. Justo la diferencia que había entre una incipiente modernidad y la edad media. Un pueblo lleno de asnos, ovejas, cabras, mulas y carretas tiradas por bueyes,,,Hablo de mi niñez, claro. Eran los tiempos de los caciques, de los miedos ancestrales, de la mujeres de negro y de un servilismo tirando a la esclavitud. No obstante recuerdo con añoranza aquellos lejanos tiempos con mis primos que tenían una casa de labranza con un gran corralón, algunas tierras y muchos animales, incluidas un rebaño de ovejas. También las eras y los trillos en los tórridos veranos. Un pasado no muy lejano y que parece haberse mantenido vivo en los clichés de la memoria. Lo demás es rutina cambiante.

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