Conversación tranquila de @jmfrancas con Carmen Álvarez Vela (@cav_carmen). Licenciada en Derecho, ahora dedicada a los números y a carmenalvarezvela.com
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JMF: Mujer, ¿verdad?
Carmen Álvarez Vela: De toda la vida.
JMF: ¿Feminista?
Carmen Álvarez Vela: No siento la necesidad de ser feminista ahora o de militar en ningún movimiento, y menos en lo que ahora se denomina feminismo. Lo que sí tengo es un agradecimiento enorme y todo mi respeto para mujeres de la talla de Clara Campoamor. Ese es mi feminismo.
JMF: Pero, ¿no te sientes marginada por tu condición de fémina?
Carmen Álvarez Vela: ¡No! Sí me han pasado cosas con hombres machistas, alguna de ellas muy fuerte. En un trabajo sufrí acoso sexual de libro por parte de mi jefe, pero ahora tenemos medios para defendernos y los usé. Por otro lado, siempre he trabajado con hombres y me ha pasado una vez, elevarlo a categoría sería absurdo.
JMF: ¿Y cómo lo resolviste?
Carmen Álvarez Vela: Acudí al departamento de recursos humanos, el responsable era un hombre y actuó de forma impecable, por eso no denuncié. Desgraciadamente conozco casos sangrantes en los que no ha sido así y han llegado a los Tribunales después de mucho sufrimiento. Ante comportamientos así siempre hay que actuar.
JMF: Qué suerte tienes de ser fuerte y que respondieran, a mí y ya hace años me echaron de un trabajo por no ser mujer…
Carmen Álvarez Vela: Lo que demuestra que en este mundo se cometen injusticias contra hombres y contra mujeres, nadie tiene la exclusiva.
JMF: Sin duda, pero ahora están de moda las que afectan a las mujeres, ¿qué hace falta para que desaparezcan?
Carmen Álvarez Vela: Es imposible que la injusticia desaparezca en el mundo. Pero creo en la ley como arma para defendernos de ellas, en la igualdad ante la ley. Y en España la ley favorece a la mujer frente al hombre. De hecho, en casos como los de violencia doméstica nos hemos pasado de frenada al no respetar la presunción de inocencia del hombre por ser hombre.
JMF: ¿La discriminación positiva es justa?
Carmen Álvarez Vela: No. Yo no quiero estar en ningún sitio por discriminación positiva o cuotas. Lo considero una injusticia para los hombres y una ofensa para las mujeres.
JMF: Es injusta entonces… pero es legal… ¿Lo entiendes?
Carmen Álvarez Vela: No lo entiendo ni comparto en absoluto.
JMF: Pero se dice que hay que ayudar al débil…
Carmen Álvarez Vela: Y, ¿el débil es la mujer? Me muero de la risa. ¡Menuda igualdad predican!
JMF: Un amigo mío muy de izquierdas me dice que ahora no domina el feminismo sino el hembrismo, ¿estás de acuerdo?
Carmen Álvarez Vela: Sí. Es una especie de venganza contra el macho.
JMF: ¿Ese es otro de los dogmas de lo ‘políticamente’ correcto?
Carmen Álvarez Vela: No se dice abiertamente que se trate de venganza, claro. Pero lo políticamente correcto ante cualquier situación es, a priori, victimizar a la mujer y culpabilizar al hombre. Por otro lado, que las niñas actualmente crezcan sintiéndose víctimas o futuras víctimas del hombre por el hecho de ser mujeres es una atrocidad. Los que creemos en la igualdad real vivimos con normalidad. Este feminismo transmite constantemente la idea de que la vida de la mujer es una continua injusticia y una tortura. No es así, ni mucho menos.
JMF: Y la vida del hombre como la de un salvaje movido solo por los instintos…
Carmen Álvarez Vela: Absolutamente. Un ser malo que no sabe controlarse. Mi alcaldesa Carmena dijo el otro día que la violencia está incardinada en el ADN de la masculinidad. ¿Se pueden decir más barbaridades y mentiras sin apenas contestación? Se ha establecido un maniqueísmo ridículo y peligroso: la mujer es buena per se y el hombre malo.
JMF: Carmen, yo tengo la sensación de que el tema es más amplio: molesta el hombre, heterosexual, creyente, de derechas… y la mujer, no por ser mujer, pero también si es heterosexual y lo demás…
Carmen Álvarez Vela: Sí, nunca se ha pronunciado tanto la palabra tolerancia, y a la vez, se ha sido más intolerante. La izquierda española no admite que no se piense como ella. Hablan de democracia pero no aceptan que exista la derecha como opción política, por ejemplo. Pretenden una sociedad homogénea, creada mediante una ingeniería social perfectamente definida, mientras se llenan la boca de palabras como diversidad, pluralidad y respeto.
JMF: Veo que esto da para otra conversación y muy extensa… Gracias Carmen, pronto seguiremos.
Carmen Álvarez Vela: ¡Gracias a ti!