Conversación tranquila de @jmfrancas con Carlos Esteban (@carlosestebanrd). Periodista, colaborador de Gaceta.
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Yo: ¿Cómo ves a la UE?
Carlos Esteban: la encrucijada, en el punto exacto de decidirse a ser un megaestado, a volver ‘por do solía’ (unión fundamentalmente económica, respetando la soberanía de los estados)… O desaparecer.
Yo: Un abanico muy amplio…
Carlos Esteban: Su gran apuesta ahora es la inmigración masiva, que está distanciando a unos Estados de otros y también a un sector de la población de sus gobernantes. La Comisión ya ha dejado claro cuál es su ‘hoja de ruta’ ayer habló el comisario de Inmigración, Avramopoulos antes lo hizo, en el mismo sentido, Juncker: los ‘refugiados’ están aquí para quedarse y Europa necesita muchos más porque envejece. Y los gobiernos del Este y buena parte de la población del Oeste no acepta ese mensaje.
Yo: ¿Este es el sentido oficial?
Carlos Esteban: No son especialmente discretos en sus declaraciones. Juncker habla de crear canales legales que aceleren la inmigración de África asegurando que «entrarán por la ventana si no pueden hacerlo por la puerta principal” pero, naturalmente, la realidad de la inmigración es algo más complicada y problemática.
Yo: ¿Qué hay detrás de esta postura tan abierta?
Carlos Esteban:¿Cuál es el obstáculo que encuentra Bruselas para su megaestado, para la mayor integración? El apego natural de los pueblos a los suyo, a sus raíces nacionales a saberse alemanes, españoles, italianos… aportar una gran cantidad de población nueva, sin esos apegos, favorece el avance hacia una ‘Europa’ que supere los afectos patrios.
Yo: Y los que se resisten, ¿qué aducen realmente?
Carlos Esteban: Ese es el quid. No hay una respuesta unitaria. La resistencia viene de un magma de partidos de los que es razonable recelar porque junto al soberanismo traen a menudo un etnicismo que recuerda a un pasado que nadie quiere revivir.
Yo: ¿Me hablas de xenofobia?
Carlos Esteban: sí, pero no solo, hay también, en el caso francés, un fuerte proteccionismo comercial (xenofobia económica, si quieres).
Yo: ¿Quién piensas que se llevará el gato al agua?
Carlos Esteban: depende de los tiempos. Por ahora, quien tiene todos los ases es la Comisión todos los grupos mediáticos y financieros apoyan esa postura a muerte pero el tiempo corre en su contra es decir, va a depender mucho de que avancen de prisa con la ilusión de hacer imposible la vuelta atrás.
Yo: Pero algunos países se han negado y tienen también sus ases…
Carlos Esteban: Pero el eje es el eje: Francia y Alemania. Un caso interesante es el polaco porque es de los países más fervorosamente europeísta y también el más nacionalista por eso la vía que plantean es un ‘no’ rotundo a dejar la UE o a que desaparezca pero la UE de antes, sin injerencias, un mero espacio económico aducen, con razón, que eso es lo que se firmó que un club no puede cambiar su esencia y sus reglas sin que se constituya un nuevo contrato.
Yo: Con los problemas de integración de Francia y la propia Alemania, ¿en qué piensan para abrir más la puerta?
Carlos Esteban: Por eso quieren controlar la inmigración, detener el flujo ilegal ampliando y facilitando el legal pero para los gobiernos, y sobre todo para Bruselas, los problemas de integración son un asunto muy menor comparados con las ventajas que proporcionan.
Yo: ¿No se plantean una incompatibilidad de civilizaciones?
Carlos Esteban: Por supuesto que no. Sería negar todo lo que han venido predicando -y haciendo dogma público- durante muchas décadas no podrían cuestionar sus propias bases ideológicas sin autodestruirse.
Yo: Pués hay que ser ciego…
Carlos Esteban: O político. Hay incontables y bien documentados casos de censura de connivencia de los gobiernos con la policía para que no informe, de los medios para que callen conflictos lo vimos en la Nochevieja de Colonia hace dos años la policía anunció que la noche había transcurrido sin incidentes y tres días después las redes les obligaron a desdecirse y reconocer un millar de casos de abusos sexuales.
Yo: ¿Y el terrorismo islamista?
Carlos Esteban: Recuerda lo que dijo Saddiq Khan, el alcalde de Londres: Es el precio que hay que pagar por vivir en una metrópoli moderna de hecho, estamos viendo que incidentes que hace pocos años hubieran sido portada hoy se relegan a páginas interiores es la normalización del conflicto. Ya estamos aprendiendo a vivir con ello: bolardos, vallas de cemento, policías armados hasta los dientes… Es una crisis, y no hay gobierno que se resista a aprovechar una crisis para aumentar su control. En Francia el Ejército patrulla en el país desde hace años, aunque se suponía que era una emergencia temporal. The new normal, que dicen.
Yo. ¿No tiene más sentido resolver en el origen del problema que trasladarlo a tu casa?
Carlos Esteban: si lo ves como un problema, claro; si lo consideras como una oportunidad, al revés.
Yo: Que se mueran de hambre en Africa, es un problema; que las ayudas se las queden los caciques, es un problema…
Carlos Esteban: Oh, pero la mortalidad en África ha bajado en picado en los últimos años, no huyen del hambre.
Yo: ¿De qué huyen?
Carlos Esteban: Sencillamente, aquí se vive mucho mejor y, normalmente, gratis. El gran imán, doble imán, es nuestra prosperidad y, más, nuestro generosísimo Estado del Bienestar.
Yo: Pero eso tiene un tope, hay hasta que no hay…
Carlos Esteban: Ya, pero, ¿qué tipo de mentalidad genera un sistema en el que gobiernas 4 años y luego tienes que convencer a la gente de que te vuelva a elegir? no precisamente una mentalidad a largo plazo. El cortoplacismo es una maldición de nuestro sistema. Con eso si que se fomentan las reacciones que pueden llegar a ser xenófobas y violentas. Dicho de otro modo: el que venga detrás, que arree, ese es el equilibrio que busca la propaganda y funciona bastante bien, porque no consiste en carteles sino en informaciones. ¿Te acuerdas del niño ahogado? Eso es mucho más fuerte para la conciencia occidental que ataques anecdótico que la prensa ignora o minimiza.
Yo: Si y también la de los patos con petróleo en el mar…
Carlos Esteban: Exacto. es una cultura muy presentista y visual, con un marco de atención muy breve.
Yo: ¿Y cuando el niño real es tu hijo y no esta en el mar sino en tu calle?
Carlos Esteban: Pero lo que vives en tu vida diaria tiene más peso, y por eso aumentan en intención de voto partidos que uno preferiría no votar, eso es lo que vemos cambiar casi a diario, eso que llaman, melodramáticamente, el auge de los populismos.
Yo: Pues siento pensarlo pero esto acabará muy mal.
Carlos Esteban: Muy probablemente, sí. Pew Research, la mayor demoscópica del mundo, ya ha advertido que Europa verá duplicarse o triplicarse su población musulmana para 2050. Europa acabará siendo una prolongación del Magreb, probablemente. ¿Por qué no?
Yo: ¿Alguna idea de esperanza?
Carlos Esteban: Sí, varias.
Yo: Pues suéltalas ya, no quiero echarme a llorar.
Carlos Esteban: La primera es que esto ya lo hemos vivido, y salimos adelante. La segunda es que nuestros socios de Europa del Este parecen inmunes a nuestros reflejos políticamente correctos y, la tercera, que Austria ha demostrado que los partidos tradicionales (allí ha ganado más o menos el PP) puede batir a los populistas con solo recuperar cierta sensatez en el asunto de la inmigración. No creo que los europeos quieran votar al FN o al Ukip, preferirían votar a partidos de toda la vida con solo que les escuchasen. Es la experiencia americana (cuarta esperanza). Trump, al final, era el candidato de un partido ‘normal’, el republicano.
Yo: ¿Hablas de Trump?
Carlos Esteban: sí. ¿Qué ha aportado Trump? Ni muro, ni veto a la entrada al país, ni nada de lo que más se temía pero sí ha dado, por así decirlo, ‘permiso’ para ser políticamente incorrecto en esto y otras cosas. ha ampliado un poco la ventana de Overton.
Yo: ¿Overton?
Carlos Esteban: Se llama así al conjunto de ideas que es ‘permisible’ sostener en política en un momento dado.
Yo: Gracias Carlos, lo dejamos aqui que llega la Navidad…
Carlos Esteban: Un abrazo, Josep Maria, espero que te sirva.
Yo: Me sirve seguro, es muy sugerente. Un abrazo y hasta la próxima.