Conversación tranquila con Ricardo Gómez Díez, profesor y consultor catalán residente en Madrid.
Yo: Ricardo, ¿qué ha habido hoy en Catalunya?
Ricardo Gómez Díez: Bueno, hoy ha habido provocación, exageración, sobreactuación y en ningún caso moderación, contención y ponderación. Creo que han primado los sentimientos extremos y, al final, sin duda quien sale perdiendo es la democracia.
Yo: Tengo la sensación de que hemos perdido todos, ¿alguien ha ganado?
Ricardo Gómez Díez: Creo que nadie, sinceramente, o en todo caso las minorías a las que les interesa tensionar esta situación. También creo que los independentistas piensan que han ganado hoy una foto, pero empiezo a intuir que se está empezando, poco a poco, a producir un efecto rebote y que, de manera bastante espontánea y al margen de los partidos políticos, empieza a brotar, también en Cataluña, un sentimiento español común.
Yo: ¿Me estás hablando de la LOAPA después del 23-F?
Ricardo Gómez Díez: Creo que hay cada vez más gente, no solo en la derecha, también en la izquierda, que cree que la solución a todo esto no es seguir alimentando al independentismo y financiándolo, sino volver a un estado fuerte y sin policías autonómicas que acaban siendo policías políticas independentistas que no cumplen mandatos judiciales e incluso intentan actuar contra la policía que sí la hace cumplir.
Yo: Pienso que se está creando el germen de la involución autonómica, ¿coincides en eso conmigo?
Ricardo Gómez Díez: Creo que el independentismo se puede encontrar en unos años con la paradoja de que no solo no consigue sus objetivos, sino que lo que consigue es que las competencias autonómicas -en especial las de Interior y Educación- en Cataluña se reviertan y que el sentimiento nacional español, común y fuerte, ausente en estos 40 años de democracia, crezca y mucho, espontánea y renovadamente.
Yo: Pienso que si cada acción del Gobierno hace más separatistas, la actuación de Puigdemont hace cada día más antiautonomístas.
Ricardo Gómez Díez: Han creado los anticuerpos para que eso ocurra, la historia es cíclica como la vida, y eso empezó a pasar en 2012. Contrariamente a las percepciones emocionales, las realidades racionales nos demuestran en Cataluña que el voto independentista en el Parlament ha ido remitiendo desde 2012 y luego en 2015, por lo que lo más probable es que vuelva a ocurrir en 2018. En el resto de España, me da que planteamientos como el de Podemos después de esto van a tener menor espacio.
Yo: ¿Has oído a Rajoy? He entendido que abre la mano a negociar con los culpables, ¿es normal eso?
Ricardo Gómez Díez: No sé si ha querido decir eso o que tiene que negociar con PSOE y C’s a partir de ahora para ir juntos de la mano en lo que se refiere a Cataluña y no permitir que se diga que es el gobierno del PP quien resulta ser culpable de todo esto. En todo caso, me quedo con lo que después ha dicho Rivera: «Hay partidos políticos que han minusvalorado lo que significaba el nacionalismo». Esperemos que no sea Rajoy quien lo haga ahora, de nuevo.
Yo: Pedro Sánchez, poco después, ha culpabilizado al mismo nivel a Puigdemont y a Rajoy. ¿Se esta distanciando ya del gobierno?
Ricardo Gómez Díez: A Sánchez sabe casi todo el mundo que lo único que le interesa es ser presidente del Gobierno aunque bajo el poder de ese gobierno no quede casi ningún territorio del país. ¡Si hasta su nuevo secretario general del PSOE en Madrid propuso que la capital de España fuese una nación al margen de la propia España! El problema de Cataluña es el problema de España, o, mejor dicho, de una parte no pequeña de los españoles que piensan primero en ellos y luego, quizás, en España. Pedro Sánchez es uno de ellos, sin duda alguna.
Yo: ¿Se salva algún político de ir solo a la suya?
Ricardo Gómez Díez: No, ninguno en estos momentos, ese es el drama, pero también hay algunos más destacados que otros en esa carrera, sobre todo si lo que más les preocupa es su moreno o su chaqueta y no su país. En todo caso, quizás también es una oportunidad, de nuevo, para que surja poco a poco un movimiento ciudadano potente que haga que esos políticos se empiecen a preocupar por su país antes que por ellos.
Yo: ¿Qué prevés que pasará a corto plazo?
Ricardo Gómez Díez: Creo que puede pasar desde que se produzca una declaración de independencia hasta que se promueva un cambio de escenario forzado por las circunstancias y por la presión exterior.
Yo: ¿Se está yendo el régimen del 78 a hacer puñetas?
Ricardo Gómez Díez: Creo que empeñarse en no actualizarlo y reformarlo puede ser lo que más haga que se vaya a hacer puñetas. El inmovilismo ya demostró en la Restauración durante la última parte del s.XIX y la primera parte del s.XX que solo trajo la confrontación de la República y el desastre de la Guerra Civil y el Franquismo. Así que si se quiere mantener la democracia actual y el país unido, hay que hacer justo lo contrario de lo que se hizo entonces.
Yo: ¿Lo menos malo sería adelantar elecciones en Catalunya y en el Estado?
Ricardo Gómez Díez: Yo creo que lo mejor sería celebrar Elecciones Generales tras una propuesta audaz de reforma constitucional blindada entre PP, PSOE y C’s. Las autonómicas catalanas las va a tener que convocar Puigdemont sí o sí porque tras la liquidación del Parlament perpetrada por Forcadell, la legislatura está muerta.
Yo: Dices “propuesta audaz”, ¿de que país me hablas?
Ricardo Gómez Díez: Es verdad, en España la audacia brilla por su ausencia, porque la audacia incluye osadía y atrevimiento pero con inteligencia, y suelen ir en nuestro país por separado, desgraciadamente…
Yo: Gracias Ricardo, esperaré el milagro de las propuestas audaces…