SITUACIONES DE CONFLICTO TÍPICAMENTE ESPAÑOLAS
No es difícil encontrar una interpretación racional a los conflictos que de toda naturaleza se producen en España, en el entorno político religioso y social.
Después del conflicto fratricida y la dictadura impuesta por los vencedores, el periodo de la transición lejos de alcanzar la reconciliación enquistó el conflicto.
Las víctimas del terrorismo de ETA reivindican respeto y dignidad, exigiendo que los terroristas y su entorno sean condenados por la población, con la fórmula que ellos consideran la única y adecuada. Negando cualquier derecho para aquellos que han cumplido condena o se encuentran rehabilitados y emprenden un camino dentro de la legalidad democrática.
Sin embargo, las víctimas de la dictadura tienen que soportar la total impunidad del franquismo, así como la burla cotidiana de sus dirigentes. La actual Ley Mordaza, no es la única que padece el pueblo español. La Ley de Amnistía de 1977 y la propia Constitución de 1978 suponen una mordaza, que pretendió sumir a los españoles en una amnesia histórica.
El conflicto de la presencia de la estelada en los estadios de fútbol, está provocada porque los constitucionalistas en el poder torticeramente la legalidad actual, para intentar reprimir el más elemental derecho de expresión. Los que hemos vivido en Catalunya sabemos que “el Barça es algo más que un club”. Cuando en España se pretende imponer la bandera, el himno y el Rey, como símbolos que representan a todos los españoles, por muy legal que sea, los ciudadanos no han asumido que ESPAÑA SEA UNA GRANDE Y LIBRE, sino que el Estado es una Nación de Naciones. Hay quien cínicamente mira a otros países y ven que ese conflicto ya está superado.
Otro ejemplo de conflicto cotidiano es la consideración de la Iglesia como una institución que tiene un estatus legal al margen de la aconfesionalidad de la Constitución Española: Permiso para segregar por género a los alumnos de los centros del Opus Dei. Adjudicar el patrimonio religioso con titularidad eclesiástica. Exención de pagos de impuestos. Subvención económica para el mantenimiento del clero. Maridaje de hecho Iglesia-Estado y la alianza trono-altar en los actos oficiales.
España está plagada de conflictos por haber cerrado en falso la memoria histórica del franquismo y del nacionalcatolicismo. No obstante, me atrevo a enumerar otro más. La falta de voluntad política para erradicar el machismo ibérico del acoso escolar, la homofobia, la violencia de género y la xenofobia. La estructura del perfil del macho ibérico disfruta de una tradición muy española: supremacía sexual, el hombre es propietario y señor absoluto de la mujer. En el deporte no puede haber homosexuales y un largo etcétera que no pocos políticos expresan por su boca. Con abundancia de exabruptos contra la mujer que moran en su mente enfermiza. La supresión de la asignatura de la EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA, demuestra la voluntad nula del nacionalcatolicismo para luchar en favor de la igualdad de género y la libertad sexual.
Se pueden negar estas observaciones, pero mientras no se aborde la reconciliación en libertad de todos los pueblos que habitamos en España, los conflictos lejos de solucionarse se radicalizarán más. La prohibición de portar un trapo con colores y estrellas a un partido de fútbol, es una medida estéril, anacrónica y ridícula. El tema de los festivales taurinos, la caza y la religión, lo dejamos para el día después de la reconciliación…
ESPAÑA VARADA