3 febrero, 2016
1152 Lecturas
La Policía holandesa, en colaboración con Guard From Above, una empresa de seguridad con sede en La Haya, está adiestrando aves rapaces para interceptar drones no autorizados que pueden suponer un peligro para la población o molestar en las zonas en las que vuelan.
El director ejecutivo de la empresa, Sjoerd Hoogendoorn, con formación en seguridad privada, y el jefe de operaciones de la compañía, Ben de Keijzer, especializado en adiestramiento de aves de presa, enseñan a águilas a capturar drones no autorizados y que alteran el orden público.
Hoogendoorn describió el proyecto en un comunicado de prensa como «una solución de baja tecnología para un problema de alta tecnología».