Hoy se habla mucho de que la prensa es un pilar de la democracia,y estoy de acuerdo en ello,pero también estoy de acuerdo en el debate que si la democracia española es de bajísima calidad,la propia prensa debería catalogar su parte de culpa en este asunto.
Que Pablo Iglesias ayer pusiera rostro y nombre de un periodista que usa el amparo profesional para la infamia sistemática,ha levantado susceptibilidades corporativas tal como si fueran ajenos a esta farsa o exigiendo el mismo tratamiento de aforamiento que la Casa Real,intocables por ley .
Si tu pescadero vende un genero caducado y acabas intoxicado,la denuncia es obligada y ese «profesional» como mínimo sancionado e incluso publicitado a través de los medios de comunicación,para que el consumidor tenga referencia sobre el peligro que conlleva comprar en ese local.
Como,cuando y quien puede regular la intoxicación informativa?,sin delimitar la libertad de expresión,ese es el debate que debería existir entre los profesionales de los medios y no tener la piel tan fina cuando se vive en un estercolero.
Sendero Barroco ®