LOS IMPOSTORES DEL PERIODISMO Y DE LA DEMOCRACIA
Por Pedro Taracena Gil
Periodista
Solamente los españoles que superamos los 75 años podemos sacar una fotografía de la España actual, pero con un gran angular. Nadie nos ha contado lo que sucedía en la España de la post guerra y tampoco en la dictadura, porque fuimos testigos y protagonistas: Yo nací en 1944, en 1945 masacraron a los japoneses en Hiroshima y Nagasaki. Mi padre estuvo en la guerra y en el exilio. Mi tío y padrino de mi bautismo estuvo en la División Azul 1941-1944. El abuelo de mi mujer fue asesinado 12 de enero de 1940 por ser alcalde republicano, socialista y maestro. La abuela, su esposa fue juzgada y encarcelada, después escarnecida, rapada la cabeza y purgada con ricino. Estando los abuelos en cárceles diferentes, sus siete hijos pequeños tuvieron que ser atendidos por una tía soltera.
En el cine del pueblo ponían películas y cuando las mujeres de Acción Católica, consultaban con la censura eclesiástica, presionaban para que los chicos no pudieran verlas. Las célebres 3r. Pero de lo que nadie se libraba, grandes y pequeños eran de la proyección obligatoria del NODO (Noticiarios y Documentales). Previo a la proyección de la película del día. Así en toda España. Era el órgano propagandístico del Régimen. Es decir, de la dictadura militarista del nacionalsindicalismo y del nacionalcatolicismo. Del genocidio franquista, en una palabra.
Además del NODO, que Franco divulgó a través de todas las embajadas posibles, montaron las Emisoras de Radio del Movimiento y sobre todo Radio Nacional de España. La exclusiva de todas las noticias las tenía el Régimen. El fundador de Alianza Popular, del Partido Popular y sus derivados Ciudadanos y Vox, Manuel Fraga Iribarne, suprimió la censura previa, que era una especie de lavado de cara a su Ministerio de Información y Turismo. La autocensura sembró de pánico a editores y directores de los periódicos. Esta trampa sirvió para que aumentaran la multas considerablemente.
Con la farsa de la Transición, los medios de información son libres y pueden proporcionar información veraz. Aquí está la mentira. Todos los medios: Prensa, Radio y cadenas de Televisión; añadiendo todas las nuevas señales digitales, gozan de absoluta dependencia de la Oligarquía dominante, que administra la información como si de un botín de guerra se tratara. Disfrutan a su vez de los grandes vicos anticonstitucionales: 1º Dependencia del poder Económico y político. 2º Corporativismo absoluto. 3º Juramento implícito a los principios del Régimen del 78, cuya Constitución es un dogma de fe, como el Credo de Nicea, y 4º La crítica y autocrítica no está no se la espera.
Al igual que el NODO hacía propaganda de las maravillas del franquismo, los Medios de Comunicación de España, públicos y privados, sirven a la Constitución y a la Monarquía, sin cuestionar ninguno de sus aspectos ilegítimos, aunque legales y legales, aunque injustos. Nadie cuestiona la ilegitimidad del Rey de España y sobre todo la Joya de la Corona y testamento del Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios, que es la sacrosanta Unidad de España.
Yo soy muy optimista porque por mucho que los predicadores mantengan el Régimen atado y bien atado, España ya está fuera del concierto democrático del rompecabezas de Europa. El conflicto territorial de Catalunya y las otras naciones de España, ya es irreversible. La torpeza, el odio y la mala voluntad de todos los políticos, no saben manejarse en democracia y mucho menos en libertad.
Los Medios de Comunicación se han constituido como un gran negocio al margen del artículo 20 de la Constitución.
Los diarios han perdido sus ingresos a través de los quioscos. Las redacciones presentan su línea editorial y sus portadas en los programas matinales de las cadenas de televisión. Allí acuden sus directores y colaboradores encargados de la propaganda.
Los periodistas son meros bustos parlantes, muchos de ellos son políticos infiltrados en los medios.
Las cadenas tienen una red de colaboradores que evidentemente respetan la línea editorial oficial y sobre todo sin cuestionar el marco legal.
Es preciso denunciar que economistas, catedráticos, directores de medios, desde el momento que les presentan como, por ejemplo, especialista de tal cadena, en ese momento se están jugando el prestigio, porque ya no son creíbles por los ciudadanos que son más críticos que ellos.
Los tertulianos son los auténticos servidores del NODO. Cuando hablan la primera vez ya se sabe lo que van a contar siempre. Son incultos, mentirosos y a veces groseros y mal educados. Pienso en los estudiantes de periodismo que ahora están estudiando la carrera…
Han llegado a tal perversión los impostores del periodismo que mezclan el periodismo que es el derecho a la información veraz, con la publicidad que es el arte de engañar contando calidades del producto que son solo pretensiones.
Hay otro pseudo periodista que hace un mismo cuerpo con el mundo policial. Son aquellos aceptados como infiltrados autorizados que disponen de información privilegiada, y sus noticias comienzan; “como ha podido saber tal o cual cadena”, y cuentan la noticia. Yo me pregunto, por qué esta información ha de ser exclusiva y excluyente. Es evidente que la policía está muy protegida por la ley mordaza. Cuando un periodista es interpelado por el secreto profesional, se desata el corporativismo. La prensa jamás hace una crítica de los cuerpos y fuerzas responsables de la seguridad, como tampoco han criticado a la Monarquía, al Ejército, a la contaminación de los Poderes del Estado, etc.
Las Redes Sociales, han hecho desaparecer las exclusivas, las primicias, la prontitud, la inmediatez, el enviado especial. La información fluye y hace el ridículo cuando alguien exhibe una exclusiva con cinco minutos de adelanto…
Estos impostores del periodismo se creen sus propias mentiras. Como, por ejemplo, que los ciudadanos necesiten de su colaboración para escuchar en directo a un personaje, o que le corten la comunicación para que el busto parlante de turno, nos explique lo que está contando…
Yo les rogaría que no se molestasen en perseguir a un personaje público para ofrecernos lo que desee comunicarnos. Los ciudadanos no necesitamos que los periodistas roben las noticias. Valoramos mejor cuando los políticos son sigilosos, discretos y dicen la verdad. Y cuando cualquier servidor público de los Tres Poderes del Estado, tenga la necesidad de comunicar alguna noticia de interés, lo lleve a cabo en la sede correspondiente, y a todos los medios. Algo huele a podrido cuando un medio ostenta la exclusiva de algo que debería explicarse con luz y taquígrafos. Periodistas que tienen la exclusiva de la información de la policía, por ejemplo. Otros se meten hasta en la cocina del Congreso de los Diputados para mostrar una exclusiva de dudosa veracidad e importancia.
El pueblo español es más adulto que los impostores del periodismo, que a diario nos tratan de acribar la realidad pasando por el cedazo del consenso de la Transición.
Sería muy provechoso para la formación de estos inútiles impostores, las Crónicas de Luis Carandell.
Por Carlos Pulpillo