Cuando nos dedicamos al cultivo de plantas, ya sea a pequeña, mediana o gran escala, lo que pretendemos es utilizar abonos y fertilizantes que las protejan, las cuiden y fomenten su crecimiento.
En el mundo de los abonos y fertilizantes, hay dos tipos básicamente, los abonos de origen natural o los llamados abonos ecológicos sólidos o líquidos, procedentes de los excrementos de animales o de la descomposición de vegetales; y los abonos químicos, elaborados de forma artificial en fábricas, a partir de sustancias o elementos químicos.
Es bueno tener donde elegir, de manera que el agricultor pueda decidir libremente si opta por la utilización exclusiva de abonos orgánicos ecológicos o, por el contrario, prefiere usar los abonos y fertilizantes de origen químico.
A la hora de comprar, una gran mayoría prefiere hacerlo por internet, otros se decantan por la forma tradicional y comprar los productos, en este caso los abonos ecológicos o químicos, en una tienda física. Pues bien, de nuevo tenemos la opción de elegir porque disponemos tanto de tienda online de abonos ecológicos para tierras de cultivo, huertos urbanos y jardines; abonos para cannabis o abonos para cáñamo y fertilizantes químicos, como también tenemos la opción de comprar en la tienda física que cuenta con una gran selección de protectores de cultivos y abonos para activar el crecimiento de las plantas, tanto para la agricultura convencional, como para la agricultura orgánica ecológica.
De tal manera que podemos cuidar las plantas de cultivo de manera tradicional o ecológica, al igual que podemos comprar en tiendas físicas o comercios online.
La elección depende de cada cual. Y eso es lo bueno, que se abran las vías de adquisición de abonos y fertilizantes y que se ofrezcan tipos de abonos, potenciadores y fertilizantes de todo tipo y origen, abonos cannabis, fertilizantes ecológicos, abonos químicos.
Es cierto que la vuelta a lo natural y comer productos sin aditivos artificiales, nos lleva a decantarnos por los cultivos ecológicos. Es más, hay quienes se deciden por tener un pequeño huerto urbano donde cultivar tomates, lechugas, verduras, hierbas aromáticas, y así, recoger productos sin ningún aditivo, alimentos que van directamente de la tierra a la mesa y con todo su sabor y aroma.
No hay nada más gratificante que sembrar unas pequeñas semillas, cuidar y proteger con abonos y fertilizantes ecológicos y ver crecer, poco a poco, los frutos. Es una experiencia que si la probamos, seguro que nos va a atrapar.