En diciembre de 2004, poco más de medio año después de que Rodríguez Zapatero llegara a la presidencia del Gobierno de España gracias a la masacre del 11-M, fue aprobada la aberrante Ley de Violencia de Género con todos los votos unánimes en el Congreso de los Diputados.
Franklin Delano Roosevelt dijo en una ocasión:
“En política nada ocurre por casualidad; Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro de que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera”.
Y yo soy uno de los muchos que, durante años, sigue defendiendo que lo sucedido desde aquellos terribles atentados no obedece a la casualidad. Estoy absolutamente convencido de que la llegada al poder de un inepto sin contenido alguno como Rodríguez Zapatero y la siguiente, acelerada y forzada implantación de la agenda globalista en todas sus variantes en España no obedeció ni obedece a una serie de hechos que han ido surgiendo sobre la marcha de los acontecimientos.