Antes de mudarse a EEUU en 2014, trabajó intermitentemente en el Ministerio de Salud de Arabia Saudí como experta y asesora en Salud.

En 2010, ayudó a organizar un foro sobre el Renacimiento en Bahrein, destinado a reunir a jóvenes para promover las libertades políticas y sociales en los países del Golfo, gobernados desde hace décadas por dinastías arcaicas y tiránicas.

En 2013, participó en la campaña “26 de octubre” para levantar la prohibición de conducir automóviles y condujo el suyo en persona.

Con un doctorado de una universidad en Virginia, en investigación de salud, epidemiología y violencia contra las mujeres en Arabia Saudí, ha estado viviendo en EEUU desde 2014.

Ha escrito para The Guardian, Al Jazeera, Foreign Affairs y Foreign Policy. Sus últimos artículos y estudios arremetieron contra los esfuerzos del régimen saudí para designar a mujeres que ocupen cargos en el sector público, diciendo que son “operaciones estéticas diseñadas para ocultar la represión política y social de las mujeres desde hace décadas”.

La elección de esta mujer y otros activistas cuya identidad aún no se ha revelado no dejará de irritar de nuevo al príncipe heredero de la corona saudí, Mohammad Ben Salman, que está haciendo grandes esfuerzos para mejorar su imagen, manchada por el asesinato de Khashoggi que él habría patrocinado, según muchos expertos, y también por sus campañas de represión que afectaron a todas las categorías del pueblo saudí, comenzando por otros príncipes de la corte real.

La creación del foro ilustra la determinación de este periódico estadounidense de vengar la muerte de Khashoggi, como había prometido hacer.

Fuente: Al Manar