LA U.E., SOCIOS NO SÚBDITOS.

Es verdad que en este momento existen diversas posiciones sobre como afrontar este necesario cambio en el modelo de construcción europea, diferencias que van desde los que consideran que se tiene que cambiar desde dentro el carácter de la UE, ya que es una realidad irreversible hasta quienes plantean la salida unilateral de la UE porque consideran que es irreformable y que además no esta consolidada de una manera irreversible, pasando por toda clase de matices en relación a uno u otro extremo, la cuestión clave es si es posible buscar un punto de encuentro.

En defensa de la necesaria búsqueda de un punto de encuentro creo que la cuestión estaría en señalar cuestiones en las que estamos de acuerdo como la denuncia de que las repercusiones negativas que han tenido las medidas económicas planteadas desde las instituciones de la UE en la mayoría de la población, están siendo aprovechadas por las fuerzas de extrema derecha para fortalecer su presencia entre una parte de la clase obrera y capas populares afectadas por estas políticas.

También coincidimos en que en esta disputa por la hegemonía social y política es imprescindible que desde la izquierda se lance un mensaje claro y directo que plantee que es imprescindible poner fin a la injerencia de las instituciones no representativas de la UE en la economía y política de los Estados miembros, imponiendo medidas restrictivas de derechos sociales y ciudadanos, políticas económicas antisociales que han condenado a millones de personas al paro, el desahucio, la perdida de calidad de vida y que es imprescindible recuperar la soberanía popular para poder realizar una política en favor de la mayoría en el marco de un proceso de integración europea horizontal y solidario.

En consecuencia, se puede aprovechar el proceso electoral europeo para proponer y acumular fuerzas en la defensa de un proceso constituyente europeo, de carácter participativo, de ruptura con la realidad de la UE, de manera que sobrepase los limites de la actual UE, tanto en lo territorial, como en lo institucional y en lo económico, un proceso que desarrolle una integración europea en el que participen de forma cooperativa y desde el respeto a las distintas soberanías, todos los pueblos en la construcción de una Europa mas justa, socialmente avanzada, plenamente democrática e igualitaria, promotora de una relaciones internacionales basadas en la defensa de la Paz y la Solidaridad entre los pueblos del Planeta.

Desde estos planteamientos estamos en condiciones de realizar durante la campaña electoral de las Elecciones al Parlamento de la Unión Europea, un llamamiento a todas las fuerzas políticas, sociales, sindicales, y ciudadanas para construir una gran alianza que plante cara, desde todos los ámbitos de la sociedad, a quienes están construyendo la Europa del Gran Capital, ya sea en su versión ultraneoliberal globalizadora o en su versión nacional capitalista, un llamamiento que mire hacia el día siguiente de las elecciones y que supere el ámbito territorial de la propia UE, con la intención de sembrar de cara al futuro una gran alianza que parte de no caer en el error de que ante la falta de un proyecto concreto se considere que la defensa ante el avance de la Extrema Derecha para por apuntalar las actuales estructuras e instituciones europeas, porque ya hemos señalado que estas son las que han facilitado el avance del fascismo en Europa, sino que plantee la necesidad de abrir un Proceso Constituyente Europeo.

Un llamamiento solemne a las fuerzas con las que hemos compartido en este año espacios de encuentre, que supere el ámbito de las candidaturas que se enfrentaran en las próximas elecciones europeas, llamamiento que plante y defienda que es necesario y posible intentar plantear un programa político de amplia unidad que plantee la necesidad de un Proceso Constituyente europeo que de la palabra a los pueblos para plantear de una manera participativa como quieren que se construya una Europa Confederal que defienda la Paz, la solidaridad, las libertades publicas, los derechos sociales y la igualdad entre pueblos y naciones en una relación de beneficio mutuo, una Europa que garantice los derechos humanos para todos los seres humanos, para ello la soberanía popular, la capacidad de autogobierno mediante democracias participativas y protagónicas son los instrumentos. Planteando además que es desde los Estados del Sur de Europa desde donde puede partir el impulso constituyente tejiendo en primer lugar alianzas con el resto de la periferia europea y mas a medio plazo con Estados que no están integrados en la propia UE pero sufren las consecuencias de sus políticas

Desde el PCE, que ha participado en el Foro de Fuerzas Progresistas, Ecologistas y de la Izquierda Europea, en el Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros y en el Foro de Sao Paulo, que participa en el PIE y que impulsa el llamamiento conjunto de cara a las elecciones europeas con PCP, AKKEL y otros Partidos de la UE, estamos en condiciones de plantear que el reto que tenemos que afrontar es ser capaces de situar lo que nos une, por encima de la tendencia que nos lleva marcar las diferencias buscando una reafirmación de las posturas de cada fuerza política que no lleva a ninguna parte.