Carlos Martínez Gorriarán: “La clase política actual es seguramente la peor desde 1978: arribistas, trepas, sociópatas, ineptos con cargo y gente por el estilo”

Conversación tranquila de @jmfrancas con Carlos Martínez Gorriarán (@cmgorriaran), profesor de filosofía de la UPV-EHU, ex diputado de UPyD, escritor.   blog: http://www.noentiendonada.es, You tube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber      ...
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Conversación tranquila de @jmfrancas con Carlos Martínez Gorriarán (@cmgorriaran), profesor de filosofía de la UPV-EHU, ex diputado de UPyD, escritor.

 

blog: http://www.noentiendonada.es,

You tube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber

                                                                                                                                                                               

JMF: ¿Te has borrado de la política activa?

Carlos Martínez Gorriarán: No estoy en ningún partido, ni creo que vuelva a estarlo. Pero sigo opinando en redes sociales y en El Asterisco (un pequeño digital que fundamos algunos ex UPyD), estoy en el Foro de Profesores… bueno, estoy en la política ciudadana fuera de las instituciones.

JMF: ¿Añoras UPYD?

Carlos Martínez Gorriarán: Sí y no. Fue una iniciativa fantástica y osada y un auténtico éxito, pero los dos últimos años fueron durísimos. Lo que apenas añoro es el Congreso, ser diputado.

JMF: ¿Tan poco te gusto el Congreso?

Carlos Martínez Gorriarán: Nunca me sentí en mi terreno. Hay que admitir que los políticos profesionales son gente muy diferente. Y la política real que hacíamos allí era tan absorbente que no dejaba apenas tiempo para nada más. Claro que nosotros éramos sólo cinco diputados y por tanto debíamos trabajar por 50.

JMF: ¿Gente diferente? A qué te refieres…

Carlos Martínez Gorriarán: Yo soy un profesor al que le gusta debatir de ideas, proyectos… Pero la política real no tiene nada que ver con eso. Es una gran representación pública que oculta la toma de decisiones en la trastienda, donde los lobbys del “capitalismo de amiguetes” imponen sus condiciones sin que la opinión pública se entere, salvo cuando estalla un escándalo como el de la quiebra de las Cajas de Ahorros. Las decisiones se llevan al parlamento, no se deciden en éste. Lógicamente, en un sistema semejante las ideas solo son un adorno superfluo y los debates puro teatro. De ahí que nunca me sintiera parte de todo aquello.

JMF: ¿Eres lo que se dice un hombre de izquierdas?

Carlos Martínez Gorriarán: De izquierdas y de derechas y con eje de simetría, como todo el mundo. Todos tenemos dos lados, un arriba y un abajo, etc. El universo es así. Lo de ser de izquierdas o derechas al estilo tradicional me parece un anacronismo, dicho sea con el mejor humor.

JMF: ¿Cómo ves la política española actual?

Carlos Martínez Gorriarán: Fatal. Están estallando todos los problemas que no se ha querido afrontar: la politización de la justicia, la desigualdad social y territorial, un Estado Autonómico que ha alimentado el separatismo, la corrupción… Y la clase política actual es seguramente la peor desde 1978: arribistas, trepas, sociópatas, ineptos con cargo y gente por el estilo. Basta con ver el Gobierno Sánchez y su “mayoría parlamentaria”, pero es que la oposición no es mucho mejor. Acaban de demostrarlo en el enésimo reparto del Poder Judicial, el CGPJ, en un momento donde hay que afirmar la independencia y credibilidad de la justicia. Todo es muy lamentable!

JMF: UPyD luchó contra esto, ¿qué os pasó?

Carlos Martínez Gorriarán: Cuando presentamos la querella por la salida fraudulenta de Bankia a bolsa, y en general por la quiebra de las Cajas de Ahorros, se desató contra nosotros una campaña mediática de acoso brutal para destruir nuestra reputación y echarnos de la política. Tengamos en cuenta que en 2012 los medios importantes estaban muy endeudados y en manos de la banca (y siguen así). Así que nos machacaron sin cesar con noticias negativas e ignorando nuestro trabajo político a conciencia, un auténtico boicot. En segundo lugar, algunos del partido vieron en peligro su carrera política y comenzaron a intrigar, a pedir la unión con Ciudadanos y todo eso, contribuyendo a la pérdida de credibilidad social. Y finalmente apareció el populismo antisistema, Podemos y también en parte Ciudadanos (el “Podemos de derechas”, según Oliu), y muchos votantes nuestros eligieron pasarse a ellos. En 2014 todas las elecciones fueron un desastre para UPyD. Y en 2015 nos echaron hasta del Congreso, simplemente. Muchos lo lamentan ahora.

JMF: Yo lo lamento, y mucho.

Carlos Martínez Gorriarán: Eso nos dicen muchos, en efecto. Lamentablemente, perdimos nuestra “ventana de oportunidad”. Tendrá que ser algo nuevo, con más suerte y habilidad que la nuestra, la que ponga en marcha una propuesta parecida a UPyD, y si es mejor, pues mejor.

JMF: Pero sigue existiendo UPYD y hay muchos concejales…

Carlos Martínez Gorriarán: Ya, pero es un resto viviendo del pasado, dicho sea con todos los respetos, no tienen ningún papel en la política actual. UPyD no era solo una sigla y unos pocos concejales, que es todo lo que queda. La dirección “histórica”, digámoslo así, propusimos debatir la disolución voluntaria, pero ni eso fue posible. Así que nos fuimos a nuestro trabajo anterior, por fortuna no éramos políticos de los actuales.

JMF: Sin duda tenemos una clase política lamentable, ¿qué hacer?

Carlos Martínez Gorriarán: Buena pregunta! Supongo que todavía tendremos que empeorar para que haya una reacción cívica, que es la única capaz de cambiar eso, pues la clase política es endogámica y profesional y no puede autoreformarse (pasa igual en la universidad y otras instituciones). En fin, ¿cómo cambiamos la política? Con más sociedad civil, no hay otra. Se demostró en el País Vasco contra ETA, y ahora en Cataluña.

JMF: Pero ellos, los políticos, hacen todo para anestesiarla…

Carlos Martínez Gorriarán: Sí, así funciona: es una lucha entre clase política profesional y sociedad civil (a Marx le habría sorprendido). Los políticos luchan por controlar las instituciones, y la sociedad civil se queda sin representación que se preocupe por lo importante: desigualdad, desempleo, educación y todo lo demás. Esa es la lucha actual, diría yo. No es ir contra la política sino volver a ponerla al servicio de la sociedad.

JMF: ¿Algún motivo de esperanza?

Carlos Martínez Gorriarán: Sí: ¡no hay mal que mil años dure! La dictadura se hizo eterna, y ahora estamos en la crisis del sistema de la Transición (que tuvo mucho mérito, justo es decirlo). De este caos tiene que salir algo nuevo. Que sea mejor o peor depende de nosotros.

JMF: Gracias Carlos, un abrazo y hasta pronto.

Carlos Martínez Gorriarán: Hasta pronto y gracias, un abrazo Josep.

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Nacido en Manresa, (Barcelona). Licenciado en Ciencias Biológicas (UB). Ex profesor (UAB), ex editor (Editorial Labor), ex político (Ayto de L'Hospitalet y Parlament de Catalunya) y ahora periodista.

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