En el tapiz del mundo empresarial, hay numerosos modelos de negocio jerarquizados según el volumen de ingresos, el número de trabajadores en plantilla, el valor de su patrimonio y el total de franquicias abiertas, entre otras muchas cosas.
En uno de los escalones más bajos, tanto por su escasa longevidad como por su todavía bajo crecimiento, se encuentran las pymes o pequeñas y medianas empresas.
Generalmente, el avance apisonador de las multinacionales frena la evolución fluida y creciente de las pymes, si bien es cierto que, gracias a internet, la jerarquía ha desaparecido y la competitividad se ha democratizado. Hoy en día, es posible competir en internet siendo una pyme gracias a las numerosas estrategias de marketing online existentes.
De hecho, en mayo de 2018 se estipuló que las pymes del territorio español planeaban crecer hasta un 5% durante el transcurso del año. Este porcentaje es halagüeño, a pesar de que en general reina el desánimo y unas expectativas muy bajas en lo referente a la situación económica del país, y al panorama político cambiante e inestable. No obstante, y según un estudio del comparador de créditos WannaCash.es, esta situación político-social ha propiciado que los negocios recién nacidos investiguen alternativas de financiación fáciles, rentables y de escasa confusión burocrática, como los créditos online rápidos. Las esperanzas de crecimiento se mantienen en alza de cara a los próximos tres años, pues está previsto que las ventas de las pymes aumenten entre un 2% y un 5%.
Si nos atenemos a las circunstancias económicas internacionales, y no solo las nacionales, se espera un importante incremento del poder adquisitivo en Europa y a nivel global. Esto contrasta con la ya mentada economía española, cuyos desequilibrios no son precisamente los mejores para que las pymes, que por definición son inestables o carecen de poco potencial monetario, se mantengan en equilibrio. Por otro lado, cabe mencionar que estos datos son generales y varían, en mayor o menor medida, en función del sector y del territorio geográfico. Modelos novedosos como los e-commerce, por ejemplo, tienen más esperanzas de crecer gracias a su patrón de negocio virtual.