Creadores de software y artistas varios

Se dice que unos profesionales tienen más oportunidades de conseguir empleo que otros. Aunque, en principio, el clasismo de esta afirmación es criticable, es tristemente cierto. En nuestra sociedad, se da prioridad a los trabajos funcionales con un enfoque concreto. Es decir, más útiles para el mercado. El arte no suele encajar con este sistema. La creatividad sale cara, pues, al final, aquella obra que has escrito o dibujado tiene que convertirse también en un producto. En este sentido, los artistas suelen verse obligados a claudicar y a aceptar hacer cambios en su obra para que sea «más vendible». No es bonito, no es agradable, a todos nos gusta que aquello que hemos creado con todo nuestro sudor, sea respetado al cien por cien.

Por eso, las personas con estudios técnicos, tal vez una ingeniería o informática, suelen tenerlo más sencillo. Los trabajos mecánicos no son menos interesantes ni menos válidos que los artísticos y un creador de software para apartamentos turísticosmerece todo el respeto del mundo, al igual que lo merece una escritora, un dibujante o una persona que hace música. De hecho, elaborar una interfaz informática o hacer un gestor virtual con una inteligencia artificial básica, como un channel manager para webs de reservas turísticas, no es nada sencillo. Requiere precisión, trabajo, esfuerzo y muchísimos conocimientos en el área de las nuevas tecnologías o, en cuanto al funcionamiento de internet para los usuarios. No obstante, está claro que no explota la creatividad del trabajador.

Los informáticos, ya se dediquen a la gestión de apartamentos turísticos o, a elaborar una página web para empresas, no son las únicas personas con opciones laborales. Ya hemos dicho que lo que importa es el mercado y, por ello, siempre habrá ofertas de empleo para dependientas y dependientes de tiendas. Curiosamente, este trabajo puede encontrarse a medio camino entre lo creativo y lo técnico. El escaparatismo comercial, por ejemplo, es el arte de hacer atractivo y, al mismo tiempo, también vendible, el escaparate de una tienda. Al final, todos los empleos son importantes y necesarios, incluyendo el arte, pues es importante imaginar.