IMPOSTORES DEL PERIODISMO ESPAÑOL

GARCÍA FERRERAS EL IMPOSTOR

Artículo 20 de la Constitución Española de 1.978

Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica. c) A la libertad de cátedra. d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.

VICIOS DEL PERIODISMO IMPOSTOR:

Dependencia del poder político y económico.
Corporativismo. Ausencia de crítica a los demás Medios de Comunicación.
Autoprotección eludiendo la más mínima autocrítica.

“Derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades”.

Antonio García Ferreras, es el prototipo del impostor del periodismo, según el apartado D del artículo 20 de la Constitución. Siempre que este insigne seudoperiodista busca la información y la convierte en carroña para ofrecérsela a los ciudadanos, corrompe y prostituye la profesión de periodista. Cuando entrevista y polemiza con el entrevistado, cuando produce cortes para introducir más carroña y cuando cercena retrasmisiones de la vida pública que él considera poco relevante para sus intereses, eso no es periodismo. La plantilla que frecuenta los platós de LA SEXTA, está integrada por los mismos tertulianos que componen el gran NODO del Régimen del 78. Los mismos voceros de la Transición, los boceras del Reino y las musas del Partido Popular. Sin duda este siniestro personaje es el bien “pagao” de LA SEXTA. Él Sabe muy bien a quién no debe de criticar y qué parte del sistema no debe cuestionar.

El “más periodismo” de Ferreras es la muletilla que esconde:

Más Régimen del 78.

Más encubrir, proteger y servir la opacidad de la Oligarquía económica, el Oligopolio energético, el Capital, el IBEX-35, la Patronal y los Medios de Comunicación.

Más tertulianos ignorantes manipuladores y lacayos de las derechas y la extrema derecha. Franquistas, Falangistas y del Nacionalcatolicismo.

Más caciques de la Transición y aduladores de la Monarquía.

Más descalificar a Venezuela y Cuba y más ignorar a los amigos del Rey de España, como las teocracias criminales y medievales de los Emiratos Árabes. Los crímenes de EEUU, China y Nicaragua… Como ejemplos.

Más polémica y menos entrevistas serias a personajes que son incómodos sobre todo al Capital.

Más hemeroteca manipulada para eludir la reflexión anacrónica.

Más cota de audiencia y menos calidad en la objetividad.

Todo esto es lo mismo que:

Defender el consenso de la farsa de la Transición. Sin reconciliación nacional.
Aceptar que la Ley de la Amnistía que haya dejado impune el genocidio de Franco y sus secuaces.
No criticar que se engañó al pueblo aterrorizado para incluir en el mismo referéndum: La Democracia y la Monarquía, ésta última herencia de un déspota criminal.
Aceptar sin fisuras que se construyera una democracia con los escombros, cascotes y basura de una dictadura. Escribiendo una Constitución atada y bien atada al dictado de los franquista que dieron el golpe y mantuvieron la dictadura.
Asumir que los Medios de Comunicación, todos, privados y de titularidad pública, lejos de cuestionar ni uno solo de los aspectos perversos del Régimen del 78, legal pero ilegítimo, aportan su granito de arena para confeccionar el NODO del NEOFRANQUISMO. Verdadera propaganda de la más que mejorable democracia española.
Desde 1936 la Oligarquía dominante ha sido en España la hacedora de reyes. De Jefes de Estado. De Partidos Políticos: Falange, Movimiento Nacional, Alianza Popular y Partido Popular. También de los Medios de Comunicación.
La dinastía formada por Franco, Juan Carlos I y Felipa VI, ha ocupado y ocupa de forma ilegítima y fraudulenta la Jefatura del Estado y los lacayos de los medios guardan silencio. Estos tres personajes, han sido y son títeres de la Oligarquía de siempre.
La otra dinastía está formada por Franco, Fraga, Aznar y Rajoy, han perpetuado el espíritu del franquismo y del nacionalcatolicismo.
En LA SEXTA es donde más se percibe el verdadero periodismo impostor. En LA SEXTA se camufla el periodismo, la tertulia, el observador partidista de cada formación política, informando de todo lo que acontece en el Sacrosanto Régimen del 78 y de las virtudes de la Santa Transición.
El espectáculo está servido cuando Ferreras y Pastor, líderes de la manada de impostores del periodismo, entran en polémica para defender a ultranza la Legalidad del Régimen del 78. Como mucho la democracia española es mejorable… Y como poco la democracia española es una más en Europa…

Es evidente que hay francotiradores demócratas, independientes y amantes de la libertad de información. Pero el Aparto del Estado heredado del Franquismo y del Nacionalcatolicismo es muy potente. La Constitución Española es un marco legal burgués al servicio del liberalismo económico para explotar al trabajador. La Oligarquía española nunca perdonó que la Constitución Republicana comenzara diciendo que: España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.

Los argumentos que el Régimen del 78 utiliza para justificar la farsa de la transición, yo también me los creí… Pero nuestros hijos y nietos ya no tragan con más mentiras apuntaladas de embustes, Señor Ferreras y compañía…