Conversación tranquila de @jmfrancas con Gabriela Bustelo (@GabrielaBustelo): Escritora y periodista. Autora del ensayo «La Vicepresidenta» (La Esfera, 2017) y que tras una década larga de periodismo político se acaba de retirar para terminar su cuarta novela.
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JMF: ¿Cómo definirías la situación de Catalunya hoy?
Gabriela Bustelo: Es la consecuencia de la prolongada conchabanza de los partidos nacionales (PSOE, PP) con el nacionalismo español (catalán, vasco). El amable y conciliador ‘café para todos’ se ha interpretado como una licencia para corromper el sistema.
JMF: ¿La ves racional?
Gabriela Bustelo: Creo que hasta cierto punto el bipartidismo posfranquista ha sido la otra cara o el reverso tenebroso del franquismo. Suelo resumirlo diciendo que hemos tenido 40 años de Franco y 40 años de Polanco. La Transición no es la auténtica bestia negra, como se quiere vender ahora. La Transición fue, como decía Calvo-Sotelo, un paréntesis de 7 años de limpieza y libertad. El secuestro del sistema comenzó en 1982, con Felipe González. Lo cuenta bien Javier Pradera en «Corrupción y política: Los costes de la democracia».
JMF: ¿Me estas diciendo que el PP y el PSOE han secuestrado la democracia en España?
Gabriela Bustelo: Estoy diciendo que Felipe González blindó la corrupción y la politización de la justicia, la educación, los sindicatos y las cajas de ahorro con sus leyes orgánicas de la década de 1980 (LOPJ, LRU, LOGSE, LOLS y LORCA). El PP ha ido a rastras en todo. El propio Javier Pradera lo confiesa en el mencionado libro, escrito en 1995 y guardado en un cajón hasta que se lo han publicado póstumamente 2 décadas después.
JMF: El PP y el PSOE han montado un duopolio, que les ha funcionado durante muchos años. ¿Hay separación de poderes en España?
Gabriela Bustelo: Tanto el polémico Caso Manada —y el improcedente comentario del ministro de Justicia sobre uno de los magistrados que han dictado sentencia—, como el altercado con el juez alemán a propósito de la rebelión/malversación secesionista, parecen indicar que la separación de poderes es un nuevo juguete que no se sabe usar.
JMF: Este duopolio de hecho, ¿peligra con la aparición de los nuevos partidos C’s y Podemos?
Gabriela Bustelo: Las encuestas así parecen indicarlo, cosa que en principio, debe tomarse con cautela. La llamada «regeneración» ha empezado a abrirse hueco en el escenario político desde 2015. Si en un principio la capitalizó Podemos, hoy la antorcha la lleva Ciudadanos, partido constitucionalista con buena imagen y solvencia tanto nacional como internacional.
JMF: ¿Pero no notas cierto adocenamiento hacia los modos del duopolio?
Gabriela Bustelo: Es demasiado pronto para percibir nada. Lo crucial es que el electorado español empiece a castigar la corrupción y la mentira en las urnas. Hasta ahora casi no existía interacción entre el electorado y la cúpula política. Ahora es constante. El papel de la prensa debe adecuarse a la nueva situación, cosa que no ha sucedido.
JMF: ¿Acaso ves a la prensa independiente? Vive de la publicidad institucional del que manda…
Gabriela Bustelo: La prensa española hace más política que los propios políticos. Se elige un bando y se va a muerte. Toda la prensa occidental cojea del pie izquierdo, pero lo sucedido en España con el Caso Cifuentes y el Caso ERE —dos cremas Olay tapando una red institucional que habría desviado 3.000 millones de fondos europeos— creo que es un escándalo que solo sucede en España. En ningún otro país occidental pasa nada remotamente parecido. Los periodistas independientes no existen. Casi todos son soldados del guerracivilismo español. Se considera «lo normal».
JMF: ¿Entiendes que si en el PP conocían el video de las cremitas de Cifuentes la auspiciaran a presidenta de Madrid? Yo no.
Gabriela Bustelo: Creo que el PP ha sido un partido muy paleto en el sentido de que ha tenido poco contacto con la calle, con la realidad del español medio. Cristina Cifuentes se ha vendido como la ‘super-mega-moderna’ de la derecha. El PP se lo compró. Diría que sí que se conocían en el partido las irregularidades de Cifuentes. No olvidemos el CNI.
JMF: ¿No hemos superado el guerracivilismo? ¿Sigue el odio?
Gabriela Bustelo: El guerracivilismo, más que odio, es un sistema de corrupción cómodo que permite meter toda la realidad en dos grandes cajas contrapuestas y decir que se hace periodismo repitiendo las mismas cansinas consignas desde hace 40 años. Si hubiera que buscar un gran culpable del guerracivilismo que paraliza a España, probablemente sea la prensa. Tanto la de un bando como la del otro.
JMF: Yo lo extiendo a la incapacidad del PP y del PSOE a priorizar España antes que el odio entre sus bases…
Gabriela Bustelo: Bueno, como dice Daniel Lacalle, para el PSOE y el PP los votantes españoles solo somos cajeros automáticos.
JMF: Yo no he hablado de votantes sino de bases, de militantes.
Gabriela Bustelo: Creo que las bases de ambos partidos —que conservan el tarro de las esencias de sus ideologías fallidas— son hoy un problema para ambas formaciones, desfasadas respecto a la realidad occidental.
JMF: Si quisieras democratizar España, ¿por qué empezarías?
Gabriela Bustelo: Creo que el electorado español va por delante de las cúpulas políticas. Solo hace falta aguzar el oído y fijarse en el resto de las democracias occidentales, para poner a España al día. El español medio es hoy más democrático que los políticos a los que vota en las urnas. El cambio generacional, en mi opinión, es imprescindible.
JMF: ¿Eres optimista entonces?
Gabriela Bustelo: Sí. Soy absolutamente optimista. Creo que estamos pasando un momento que puede parecer complicado de comprender, porque estamos haciendo ahora, a toda velocidad, lo que no se hizo bien en la década de 1980. Estoy muy ilusionada desde 2015 con la nueva España que se abre ante nuestros ojos.
JMF: Gracias Gabriela, se que estas escribiendo otro libro y no es justo quitarte más tiempo.
Gabriela Bustelo: Gracias a ti, Josep María.