Conversación tranquila de @jmfrancas con Eugenio (@Yo_soy_TIZONA); alguien que más allá de venderse al suicido libertino, aún sigue creyendo en pilares más básicos, sencillos y esenciales como: el trabajo, el pan y la justicia.
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JMF: Eugenio, ¿España está que arde?
Eugenio: España no está que arde. España está incendiada por discordias entre españoles, que emanan de las patrañas políticas.
JMF: ¿De nuestros líderes?
Eugenio: Si a líderes políticos se refiere, no considero que haya alguno que merezca llevar las riendas. Si hablamos de líderes, solo me vienen a la memoria: Blas de Lezo, Don Pelayo, Daoiz y Velarde, Millán Astray, José Antonio Primo de Rivera, y un largo etcétera que se entregó a España hasta dejar su último aliento para dejarnos sembrado el futuro que estamos destruyendo. ¡Eso era valentía y alma de liderazgo!
JMF: A los de ahora, ¿los ves flojitos o peor?
Eugenio: No es que sean flojos… Unos son cabezas de turco, otros son aves de paso, y otros son marionetas de su entramado partidista que de manera transitoria se ciñen a un papel escrito de antemano. Peores, !también los hay! Si recordamos la era de Zapatero, me viene a la memoria la voracidad del Vesubio, que de igual modo quiso hacer de España una nueva Pompeya, sumergida bajo su desfachatez y odio.
JMF: ¿Faltan lideresas?
Eugenio: Lideresas, la verdad es que no veo. Y esto no quiere decir que no las haya. Cada día hay más igualdad en ese triste y maltrecho camino político. Pero no vislumbro de manera clara a ninguna Agustina de Aragón. Aún así, hay muchas con más gallardía que muchos hombres.
JMF: Cristina Cifuentes quizás…
Eugenio: Creo que es un tema en el que no me gustaría ahondar. Es fácil hacer leña del árbol caído. Aunque bien sabemos que no la ha hecho falta ayuda alguna para que su C.V esté a la altura que se ha ganado a pulso.
JMF: Entonces, ¿Inés Arrimadas o Susana Diaz?
Eugenio: Me encajan a la perfección en los ámbitos en los cuales se mueven. Y sin duda, son buenas actrices en sus respectivos teatrillos. Pero al igual que lo fueron en sus momentos de gloria: Leire Pajín, De la Vega o Rosa Aguilar. Eso no quiere decir que tengan su placa en el paseo de la fama por méritos propios.
JMF: ¿No salvas ninguna? Yo de ellos ahora tampoco, y ¿tu?
Eugenio: No es cuestión de salvar o no salvar. Las únicas opciones que nos dan, es elegir un verdugo para que nos fustigue al ritmo que marca la melodía de su partido. Quien realmente llega a ser líder de un pueblo, portavoz de TODOS/AS y sirve de ejemplo a seguir para unir crear un ambiente respirable, no necesita que nadie le salve. Ya se encargará la mayoría de perpetuarle de manera voluntaria.
JMF: Rajoy frente a Puigdemont, ¿quién saldrá victorioso?
Eugenio: !Ambos! Por desgracia, el alto precio de esta vergüenza llevada al extremo, y como si de una nueva saga de Falcon Crest se tratara, lo pagaremos el conjunto de los españoles. Esa triste imagen no sale gratis, y la herida abierta en Cataluña es difícil de cauterizar. Pero ninguno de ellos pagará el peaje que cualquier nación democrática con un Estado de Derecho sano, y una justicia transparente, harían pagar. No solo para que sirviera de ejemplo, sino para sentirnos arropados por esa “justicia” que nos hace iguales.
JMF: Y el PSOE, ¿ha contribuido a ese desastre?
Eugenio: La PSOE nació como una cara amable en una época difícil, donde el pueblo español ansiaba unas libertades de las que desconocía el precio. Este clan ha abarcado tal entramado en España, que es difícil tirar de la manta y que salga todo lo que debería salir. Su tejido vehicular de marxismo cultural inyectado durante generaciones, ha dejado a media España sumida en unos ideales vacíos, en los que se ha estado viviendo de sueños, y muriendo de realidades.
JMF: Pero, ¿entiendes que el PSOE, y con el la izquierda, se avergüencen de los símbolos de España?
Eugenio: En ese aspecto hay mucha tela que cortar De la izquierda es de esperar que nos remontáramos a las críticas vertidas por esa brillante generación del 98 que se sintió engañada. Pero, ¿y la derecha? Por parte de la derechona; burguesa, acomodada, acomplejada y fiel a arrimarse al sol que más calienta, también hemos sufrido esos despropósitos. Han sido consentidores y partícipes. Y no olvidemos a la “sagrada corona”, que ha ido retirando símbolos de la enseña nacional, que hicieron a España: grande, próspera y ejemplar. Y que acabarán con un escudo que ultrajando la bandera tenga poco más que alguna copa de vino y una corona de estaño.
JMF: Pero la derecha no renuncia ni a la bandera ni al himno y a nuestra izquierda perece que les escuezan…
Eugenio: La derecha se ampara en sus votantes, que exigen ese respecto a la historia y a la simbología. Pero la derecha sirve a su partido, no a España. Si tuvieran que prescindir de lo que fuimos y de lo que nos ha unido, en beneficio de perpetuarse en la poltrona del poder, estoy convencido en que no les temblaría el pulso. ¿Qué mayor símbolo que la unidad de España, de la que habla el Art. 1º de la Constitución, y que ha sido pisoteado con el consentimiento de la derecha? A España se la pone en jaque si se consiente, y no por mera casualidad.
JMF: En España, ¿hay democracia o partitocracia?
Eugenio: Sin duda alguna, marco la casilla B. Ya que de vivir en Democracia, me gustaría que se hubiera elegido una más justa y más barata. La vulnerabilidad de los más necesitados va en auge, mientras la banda organizada de clanes políticos siguen saqueando acaparados por la ley. No sé porqué esto me hace pensar más en regímenes totalitarios o dictatoriales, que en democracias sanas.
JMF: Y, ¿cómo resolverías esto?
Eugenio: Sin duda alguna con denuedo de personas decentes que sean capaces de ver las necesidades que nos deberían unir y no separarnos. Con alguien que no sirva a un simple ideario de partido, que solo vale para mantener un tira y afloja que hace eternas las dos Españas, y de este mal hacen su mercado. Me parece hilarante que se oigan en el Congreso de los Imputados palabras vacías de simples oradores que simplemente ven rivales a batir, acomodamos o dormidos en sus escaños. Y nunca ven por los motivos que están ahí, y por las verdaderas causan que es justo desgañitarse para que de una vez por todas se hable y se luche por un pueblo y no por ideas enfrentadas.
JMF: ¿Alguna luz de esperanza a corto plazo?
Eugenio: Me duele decir que no. Pero, ¡esa es la realidad! No nos enfrentamos a políticos mejores o peores, ni tan siquiera a problemas económicos. Se ha estado dañando y manipulando al pueblo durante generaciones. Tenemos una sociedad; confusa, perdida, engañada, tan manipulada como manipulable, maleable, y en manos de la jauría de hienas más despiadada. A perro flaco… ya se sabe. Hay que sembrar antes de cosechar. Y nos hemos comido la cosecha, y hemos diezmado la tierra fértil.
JMF: Y, ¿esperanza en la gente?
Eugenio:. La gente sigue en pie porque tiene fe y esperanza en sí mismos. Si en algún momento hubiera alguien que sin discursos de universidad bien preparados para adoctrinar, llegará hasta el último español, que sea cual sea su estatus, su nivel cultural, su aproximación a ideas políticas, viera más allá de los partidos, y nos hiciera ser partícipes de un viaje en el que nos sumáramos una inmensa mayoría, porque viéramos motivos claros para remar en un mismo sentido, otro gallo cantaría. Nada es imposible. Pero sabemos, que librar esta batalla, no sale a un bajo coste.
JMF: Gracias Eugenio, yo no perderé la esperanza que aún tengo, un abrazo.
Eugenio: Nadie debe perderla. Y menos aún, que nos hagan perderla! Tenemos derecho a pelear por lo que es nuestro. Y no aceptar lo que nos imponen. ¡No somos catamitas al servicio de panda de semidioses! Y el divide y vencerás, solo cala si se acata.
JMF: Ahora si veo motivo de esperanza. Un abrazo y reitero mi agradecimiento.
Eugenio: Ha sido todo un honor compartir estos minutos. Seguimos en contacto, estimado caballero. No somos lo que quieren que seamos, sino lo que podemos llegar a ser. Un abrazo, y mil gracias por su tiempo.
JMF: Gracias a ti por tu tiempo y tus respuestas.