Un celta, tirando a corto, de mucha rama y poca hebra. Como aquellos tabacos toscos elaborados con residuos que, al fumarlo, siempre dejaban la estancia cualquiera que fuese, impregnadas de densos fluidos, viciados por aires y miasmas malolientes. No importa donde la ignición se diera…una cafetería, un salón, una habitación o el compartimiento de un tren. El hediondo olor siempre lo llenaba todo. Incluso en la misma calle, libre de muros de contención, la apestosa estela solía ser tan patente y acuciante, que evitar una exclamación de desagrado se me antojaba harto improbable. Los independentistas suelen ser, de hecho lo son, gente inmadura, muy verdes por dentro y de aristas romas por fuera, como aquel marisco que le falta un hervor…Infantiles hasta el escarnio, muestran sus argumentos con la inocencia y el candor del adolescente, y lo hacen siempre cargados de una emotividad tan incontrolada, como carente de solidez y bases racionales. Y desde una fe tan obtusa, que se diría, sin exagerar, raya la con fe del converso. No es de extrañar que desde estos parámetros, semejantes actos de fe, produzca en el prójimo sonrisas cargadas de condescendencia, cuando no, de complicidades inundadas por la compasión ¿Como sino se podría abrazar esa causa que es contraria a la propia evolución?… de ahí deriva su sectarismo y su caprichosa opción. Son como los niños aquellos que se les antoja un helado en el parque…!Quiero un helado!…!Quiero un helado!…!Pero no ves que tienes anginas!…!Es igual, quiero el helado!…Al final se lo compras…!Toma el helado!…Y luego se pasan toda la noche con dolores de garganta. Lo peor es que luego encima te echa a ti la culpa de su desdicha…Su individualidad es tan restringida, tan menguada y tan corta, que casi no se percibe. Tanto es así, que no son nada sin el concurso de la masa. En el bulto está la identidad, parecen decir; y no van descaminados. Si los sacas del conglomerado, apenas se quedan en eso, un bulto adornado por un trapo de chillones colorines y poco más. !Que no son sino la caribeñas!…De nada sirve demostrarles que dos más dos son cuatro. Se sacaran de la manga cualquier subterfugio que les lleve al cinco, a su santo grial, porque esa es su meta…Y no les contradigas !Ni se te ocurra!…maldecirán tu nombre y te ubicarán para la eternidad en el limbo de los enemigos. Fascista, franquista, falangista y cualquier «ista» que se les ocurra..Anatemizarán tu nombre para siempre jamás. Cualquier cosa, ya digo, menos rectificar de sus erróneos postulados; cargarán sus iras contra quien se atreva a romperles el axioma sagrado. La mentira para ellos, si es de utilidad, será un instrumento más para el logro de sus quimeras. Como no hay principios en el proyecto, tampoco tienen que hacer ascos al engaño, a la manipulación y a lo que les venga en gana, si ello contribuye a la culminación del plan, que es al fin y al cabo lo único que les importa. Una pesadilla disfrazada de sueño aunque no lo quieran ver. A veces me dan ganas de bailarles el agua en su quimera, de jugar con ellos a la ruleta rusa con balas de fogueo. Es lo que ellos quieren, lo que les gusta, pero a la hora de la verdad, con millones en las calles, son incapaces de tomar el aeropuerto o poner fronteras al Ebro. !Vaya independentistas! !Mamá me he cagao!… Me acuerdo entonces de aquellos otros catalanes íntegros cargados de «seny», que son mayoría y me pregunto que razones genéticas se dieran para semejante degeneración. Que los independentistas son una especie borde y degenerativa cuyo final inexorable es la extinción, de ello no tengo duda. A este tiempo de lectura, ya estarán clamando…!Ya está este fascista mandando al ejército para segar nuestro sueño!…!Serán idiotas!…Como si ello fuera necesario más allá del sentido común. Si en vez de leer tanto los panfletos de las castas mafiosas de la Generalitat, leyeran a Darwin, se darían cuenta que su entelequia soberanista tiene los días contados; pero prefieren engañarse con sus quimeras y consolarse con las victorias del Barca. Claro que dentro de la liga española, se entiende, porque sustituir al Real Madrid por el Cornellá o el Sant Boi, estará muy acorde con los principios del plan que proponen, pero es un derecho adquirido a los que pocos independentistas quieran renunciar. Aunque parezca mentira, este escrito lo publiqué hace dos años.
19 diciembre, 2017
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