Anoche soñé que: Luis Bárcenas era un presunto corrupto y que Mariano Rajoy un presunto inocente. En efecto, el tercero de los tesoreros del franquista Partido Popular, está imputado por los célebres papeles que contienen la presunta contabilidad B de partido de Franco, Fraga y Aznar. Pero es que esos mismos papeles dejan constancia con la misma verosimilitud de que Rajoy y no pocos de sus secuaces, han cobrado dinero negro contante y poco sonante porque se hacía en secreto. También soñé que el fiscal ponía poco acerbo en acusar a Bárcenas, a pesar de ser arte y parte en las decisiones económicas del PP. Y que Rajoy y la cúpula de su madriguera de lacayos, presumían de forma gratuita y alocada de la presunción de inocencia y de que todo era mentira menos algunas cosas.
También soñé que el dinero que Luis Bárcenas tiene en uno o en mil sitios de origen dudoso, no era su hijo bastardo sino hijo legítimo del partido. El partido de Rajoy tenía abierta en Génova una línea de suculentos ingresos que procedían de empresarios que a cambio de contratos llenaban las arcas de los herederos de Franco. ¿Dónde comienza el conflicto? Cuando una parte importante de ese dinero, el fiel tesorero lo pone a buen recaudo donde Bárcenas sólo es el testaferro del partido. También soñé que Bárcenas demostró en sede judicial con pruebas que incriminaban a los que hasta ahora renegaban de su tesorero.
Llagado el día del juicio, el tribunal sentenció que el dinero que obraba en poder de los bancos en paraísos fiscales era del Partido Popular y Bárcenas era su testaferro, que al final les traicionó. El juez determinó que ese dinero era dinero público y como tal debía de volver a las arcas del Estado. Bárcenas fue juzgado por evasión temporal de capitales y al Partido Popular por financiación irregular y fueron inhabilitados todos los mandos para ejercer cargo público durante muchos años. También desfilaron por mi sueño, una banda criminal genovesa, especie de gruta de Alí Babá con mucho más de los 40 ladrones del cuento
Al despertar me di cuenta de que había sido un sueño, menos algunas cosas, pero muy cercano a la realidad. Bárcenas no volverá a la cárcel y Rajoy no será procesado, al final triunfaría La Casta.