Ayer el Congreso, por unanimidad, descosificó a los animales. Se insta al Gobierno a modificar la legislación para que aquello que se estudia en primaria, que hay seres inertes y seres vivos y que no son lo mismo, pase a las leyes. También en primaria se estudia que entres los seres vivos hay animales y plantas, división científicamente superada ya que ahora distinguimos cinco reinos en vez de dos, y que dentro de los animales los hay racionales y los hay irracionales. Clasificar es distinguir y lógicamente cuanto más distingues mejor. Un animal no es una cosa y un animal racional menos.
No entraré en la discusión de si el Congreso, en este caso de la mano de Ciudadanos, no tiene otra cosa que hacer que legislar sobre los bichos. Sin duda son más importantes las pensiones, pero lo cortés no quita lo valiente. Tampoco entraré en si los animales, que seguro tienen instintos, tienen además sentimientos o emociones o no tienen nada de eso, difícilmente nos aclararíamos. Probablemente sin querer pontificar, aunque como biólogo -zoólogo- algo se, la cuestión está en el peso de los comportamientos innatos y los adquiridos y, sobre todo, en la autoconsciencia o consciencia de uno mismo. Cuidadito con confundir bioquímica con vida y con confundir encéfalo con pensamiento. El mismo ser, vivo o muerto, es igual, pero no es lo mismo.
No entiendo nada. Las animales no tienen derechos, pero los hombres si tienen la obligación de no ser animales. ¿No basta con comportarse como personas para tratarles como merecen? ¿Alguien me lo explica?