CEBRIAN, EL BULLDOG DE POLANCO
Cebrian, como todos los poderosos que se hicieron multimillonarios a partir de la transición, miente como un bellaco. El, junto a a su compinche Iñaqui Gabilondo, fueron los apoyos necesarios para encaramar a Felipe Gonzalez y al partido socialista al poder a través de El Pais y la SER. Sin este apoyo, Felipe Gonzalez dificilmente hubiera llegado al gobierno. El poder alcanzado por este trepa durante las tres legislaturas presididas por el tio de la pana, fue inmensa y no menos inmenso su acumulación de patrimonio. Los favores con favores se pagan.. Pero no es su pasta lo que guía mi escrito, sino la influencia que este elemento tuvo en los acontecimientos históricos que acaecieron durante esos años en España. Una influencia que poco a poco se fue diluyendo a partir de la llegada de Zapatero, el inefable presidente al que auparon hasta la Moncloa tras los luctuosos acontecimientos del 11M. El y Gabilondo, cada uno en su medio, fueron quienes se encargaron de diluir las notorias sospechas que recaían sobre elementos del PSOE, como autores intelectuales de la matanza de Atocha y quienes aportaron la necesaria logística para cometer el atentado. Los capos de esta mafio-lacra, no encontraron mejor forma para echar a Aznar (otro santo de mi devoción) de la Moncloa, toda vez que por las urnas, pese a su notable influencia en los medios, era un Everest imposible de escalar. Siempre mantuve que la matanza del 11M fue un complot urdido en las cocinas del PSOE donde el químico Rubalcaba no era un simple oyente, y que fue Felipe Gonzalez y Polanco, los grandes capos que controlaban las dos patas del tinglado politico y empresarial PRISOE, quienes dieron el visto bueno a la operación de derribo contra Aznar. Me resulta imposible que, tanto Cebrian como Gabilondo, no estuvieran al tanto de lo que se cocía entre bastidosres. ¿Como si no hubieran podido dar la impecable cobertura de despiste sobre la masacre estudiada al milimetro?…Lo de los islamistas suicidas en los trenes, el ignominioso bulo esparcido desde la SER por Iñaqui Gabilondo, fue crucial para el cambio de la orientación del voto en las elecciones tres dias después. Señor Cebrián, es usted un embustero y lo sabe, como lo sabe el santón Gabilondo.
