DE CUANDO CRUCE LOS PIRINEOS (Extracto)
.Si el patrón y el hijo, meaban por De Gaulle, Alain, en cambio, se inclinaba por la «gauche», más hacia los comunista que a los socialistas. Era de rigor que durante el tiempo del «kaskut» (bocadillo), Alain mantuviera con el patrón y con su hijo, interminables disputas que se mantenian vivas incluso más allá del refrigerio…Mientras, el otro francés, Philippe, más prudente, se mantenia siempre en una posición como más neutral…Claro, que entonces de todo esto, yo no tenía ni pajolera idea. Partidos políticos, elecciones, PCF, PSF, democracia, libertad…un batiburrillo de palabros inconexos que me resbalaban. O me sonaban a todo lo malo que los martillos del régimen franquista, nos habian machacado sobre la guerra civil…!Y luego encima estaban los comunistas!…!Dios mio!…En España la gente hasta se santiguaba…Pero en donde si se ponian todos los franceses de acuerdo, era cuando atacaban a Franco y a su dictadura, su tema favorito.. Esto, además de tocarme las pelotas, me chocaba, porque parecian Fuenteovejuna. El patrón, el hijo, Philippe y Alain, todos a una..Ahí si formaban una piña. A Franco y a su dictadura lo ponian a caldo..era algo que yo no entendia cuando entre ellos habia posturas y criterios tan dispares… Nunca supo el espadón del El Pardo, aquel ridículo general de voz de pito, las veces que me batí el cobre por él..Pero al final, la triste y cruda realidad siempre se imponía. La diferencia entre los dos paises era tan escandalosa, tan desgarradora, que la sangrantre y humillante evidencia acababa con el escaso patriotismo que a uno le quedaba…Cuando se llegaba a esa situación, que era siempre, era el momento de echar mano del R. Madrid y de Bahamontes…al menos por ahí se salvaba la honrilla…
Alain ya me nabia introducido en el mundillo de Villeneuve. Junto a la iglesia, esa que veis en la foto, habia un teatro que además de club, era biblioteca, sede social de la juventud y no se cuantas cosas más. También habia baile cada sábado con una orquesta, pero pagando…A diferencia de aquella OJE falangista, estaban presentes todas las ideologias politicas, sobre todo las de izquierdas. Allí me enteré de que habia un partido comunista español en el exilio y que su secretario general se llamaba Santiago Carrillo. Vi muchas fotos de él con Georges Marchais el secretario general del PCF…También me enteré de muchas otras cosas y todas ellas dejaban a nuestro pais en la más desoladora de las verguenzas… !Y yo que iba de enterao!…¿A donde vas, gilipollas?…La juventud de aquel villorrio nos daba sopas con onda a todos los españolitos y en todos los sentidos. Estaban al dia…formados en la más absoluta libertad. Habia multitud de actividades, escursiones, viajes, incluso ofertas para compartir trabajo y estudios. !Claro, con las ayudas y subvenciones estatales, así cualquiera!, se diria…!Pues de eso se trataba, copón!…Los franceses ya tenian entonces una potentísima protección social, tanta, que en la España de hoy, la de ahora mismo me refiero, todavia está a años luz de aquella otra que ya disfrutaban los franceses hace 40 años.
Philippe era un tipo agradable, como de unos 25 o 26 años. Me sacaba unos diez años y eso se notaba. De agradable porte, su sonrisa transmitia confianza. Solia vestir unos jeans y camisa a juego. Cuando apretaba la calor, se la quitaba y dejaba al aire el torso desnudo ya un tanto bronceado por el sol. Trabajaba duro..a veces, hasta se pasaba a mi hilera y me ayudaba a poneme en linea. Yo lo maginaba como esa clase de tipo que siempre gustaba a las mujeres…
-¿Que es lo más te ha sorprendido de Francia?…me soltó de sopetón
-!No ver curas por ningún lado!…le respondí casi con la misma premura, si bién le podria haber señalado otras…!Habia tantas!…
-¿Curas?…
.!Oui!…Curas, sacerdotes, sotanas…
-!Ja,ja,ja,ja,ja,ja!…Pienso que la carcajada se oyó en todo Minervois…!Je suis Pretre!…!Ja,ja,ja,ja,ja!…remachó mientras se desternillaba…
-Con los esquemas rotos y totalmente desarmado, me acerqué al patrón para referirle lo que acababa de escuchar de Phillippe…
-!Oui!…!Bién sure!…Phillippe c, est le Pretre de Minervois et des autres petits villages du coté…
-!Me están tomando el pelo!…!No puede ser!…!Con jeans y cortando uva, un cura!…! Llevando cuatro parroquias!.. !Por dios!…No…esto era demasiado.
Pero no, amigos, la cosa era así, sin trampa…Phillippe, en efecto, era el cura de Minervois y de otras tres villas más. En Francia los sacerdotes no recibian paga del Estado y su sustento dependía de un pequeño estipendio que le ofrecia el obispado, del cepillo de sus feligreses y de los trabajos eventuales que le iban saliendo, como en este caso, las viñas de Monsieur Colomber. !Vaya lección!…Esta fué la última humillación que recibí como español, sin duda, la más hiriente de todas. Supe entonces que habia dos tipos de curas, los vocacionales y los profesionales. Que ambos pertenecian a dos tipos de iglesias muy diferentes: una iglesia verdaderamente evangélica, la francesa y otra sátrapa, podrida y parásita, la española. La clase que en perfecta simbiosis con el franquistmo, mantenian postrado en la más absoluta degradación y miseria al pueblo español. Era la pieza que me faltaba para cuadrar el puzle. Mi vida a partir de entonces, sufrio una metamorfosis que me dura hasta hoy. La metamorfosis de la libertad. Gracias Phillippe