Este lunes el President de la Generalitat ha venido a Madrid a vender humo. Sigue, faltaría más, con su idea de poder realizar un referéndum pactado con el Gobierno de España. ¿Cuando entenderá que esto es, lisa y llanamente, imposible? No hay peor sordo que el que no quiere oír: su derecho a decidir como tal, no existe, no ha existido nunca y en ningún lugar. Uno solo tiene derecho a decidir sobre algo y este algo debe ser posible y que no afecte a los demás. Yo puedo decidir querer estudiar derecho pero no puedo decidir lo que debes querer estudiar tu. ¿Tan difícil es pillar esto?
Ahora aparece también en esta escena el fruto del populismo hispano, Pablo Iglesias, y ya es de los pocos políticos nacionales que se ha tragado, con patatas fritas, los argumentos de los independentistas. Quiere Iglesias que el gobierno español pacte con ellos un referéndum imposible por ilegal. Otro que no se aclara. Eso de ser la sal de todas las salsas tiene sus problemas y es que probablemente no salas nada. Hablar solo para decir lo que mi grey quiere oír, es lo políticamente correcto pero lo humanamente incoherente. Y, por si fuera poco, acepta la petición de votar en contra del principal efecto de sus denostados aforamientos: la necesidad de pedir el suplicatorio al Congreso.
No entiendo nada. ¿Como puede el líder de los que están contra de los aforamientos votar en contra del suplicatorio de Homs en el Congreso? ¿Alguien me lo explica?