Se está acabando el tiempo, Sánchez y su equipo han demostrado repetidamente que no pueden levantar al socialismo español. Si hasta ahora solo ganaban a las encuestas, ahora parece que ni esto. Batir el récord, una y otra vez, de resultados desastres hay que suponer que, hasta en un partido político, tiene un límite. Si el PSOE quiere sobrevivir con cierta presencia a Sánchez, no le queda otra que mandarles, a él y a su equipo, a paseo.
La elecciones gallegas, gobernaron allí, y las elecciones vascas, fueron primera fuerza, son la puntulla a un vació ideológico y a un amateurismo político que no tienen cabida en un partido más que centenario. Cuando tu único ítem político es el ‘no’ a Rajoy, es difícil hacerse imprescindible y no digamos motivar al votante para que te siga.
Si el PSOE es más que Sánchez, Luena y demases, habrá, en una semana, cambio de líder. Si no lo hay, es que todos, los a favor y los en contra, tragan por miedo o por no tener nada mejor que ofrecer, con lo cual adiós PSOE. Susana, dicen que quiere pero si la aplauden, si otros la piden, si la reclaman como salvadora y, con perdón, poco compromiso demuestra la que no arriesga nada.
No entiendo nada. Ya con Zapatero, los líderes socialistas tragaron y se hundieron, ¿harán con Sánchez cobardemente lo mismo? ¿Alguien me lo explica?