Por Pedro Taracena Gil
Periodista NO del Régimen del 78
Este texto anónimo escrito en forma jocosa, me ha motivado para tratar en serio el tema del Nacionalcatolicismo en España. De 1936 hasta nuestros días.
El cinismo del católico Alberto Núñez Feijóo
Las declaraciones recientes del líder de la extrema derecha española (Franquismo), solamente se pueden entender como una expresión inculta o inmoral. Con vocación de seguir dejando impune el genocidio franquista. Es comprensible porque, Feijóo es hijo adoptivo de Rajoy, a su vez es hijo de Aznar, éste de Fraga, siendo su padre putativo el mismísimo general sanguinario Francisco Franco. De tales palos tales astillas…
Contar la verdad del Nacionalcatolicismo en España no conviene porque el Genocidio Franquista y la Iglesia son consustanciales en la Historia, con mayúscula. Igual que son consustanciales las tres personas de la Santísima Trinidad. No pretendo hacer ninguna crítica a la historia reciente en nuestro país. Solamente enunciaré los episodios que nos han traído hasta aquí, año 2023. Pero no renuncio a presentar a debate la confusión no exenta de mala intención al confundir: La Legitimidad, La Legalidad y La Justicia.
Secuencia de los hechos
Donde la Iglesia “es arte y parte”:
- 1936-1939 Sublevación Militar con el apoyo implícito y explícito de la Iglesia Católica. Bendiciendo la Guerra Civil provocada como Cruzada de Liberación Nacional.
- El general invicto fue nombrado Caudillo de España por la Gracia de Dios. Según rezan las monedas de la época.
- El Vaticano fue el primer estado que reconoció la Dictadura Franquista; implantando el régimen del Nacionalcatolicismo. Donde de hecho el Derecho Canónico era Ley Civil.
- Los curas podían extender Certificados de Buena Conducta, estaban exentos del Servicio Militar obligatorio, el clero estaba financiado por el Estado, tres obispos fueron procuradores a cortes y el Consejo del Reino, se completaba con la presencia del Cardenal Primado de España.
- Se firmó el Concordato con la Santa Sede, legalizando el Estado Confesional. Es decir, se consumaba el Nacionalcatolicismo. Yo tengo un amigo sacerdote que tuvo un hijo y no pudo reconocerle como hijo legítimo porque en su DNI constaba como sacerdote y como tal era célibe y un célibe no puede tener hijos legítimos.
- El dictador decidió que su continuidad fuera perpetuada por un monarca. Considerando que el origen del Rey es divino, añadía al régimen una especie de consagración. El Caudillo de España era entronizado en las catedrales y basílicas, bajo palio. Privilegio reservado al Santísimo Sacramento en la procesión del Corpus Cristi
- Con la Constitución se estableció que el Estado fuera aconfesional. De hecho, España firmó los Acuerdos con la Santa Sede en época preconstitucional. Esto quiere decir que al estar al margen del Congreso de los Diputados no tiene rango de Concordato.
- En la actualidad gozan de buena salud el Maridaje Iglesia-Estado y la Alianza Trono-Altar. Los Reyes de España inclinan su cabeza ante los Deanes de las Catedrales, los Cardenales y los Obispos.
- La religión del Rey de España y Jefe del Estado debería ser privada. Si el Estado es aconfesional no debe de celebrar ninguna ceremonia en ningún templo religioso.
- Por último, La Historia del Cristianismo en España está protagonizada por La Colonización de las Américas, la Contrarreforma Protestante apoyada por el emperador Carlos V, la Santa Inquisición y la implicación de la Iglesia Católica en el Genocidio Franquista. Aunque hubo muchos sacerdotes y algún obispo que se opusieron al Franquismo. Una cárcel en Zamora sirvió para “respetando” el Concordato con la Santa Sede, albergar a los curas díscolos con el régimen del Nacionalcatolicismo.
Me gustaría que alguien se molestara en desmentir uno solo de estos 10 apartados.
Mi querido lector, tuya es la conclusión.