Para Pedro Castro, los venezolanos en los últimos años hemos atravesado una de las crisis políticas, económicas y sociales más grandes del mundo, llevando a que más de 7 millones de venezolanos hayan tenido que migrar en busca de una mejor calidad de vida. Pese a todo esto, es notable la manera como quienes llevan el poder actualmente en el país logran escabullirse frecuentemente de responsabilidades e inclusive han logrado usar diversos aspectos de la crisis a su favor.
Para comprender mejor la influencia del efecto mediático en las personas y en la capacidad que tiene para influir en la forma de pensar de las masas frente a cualquier acontecimiento, quisiera tomar como punto de partida el trabajo de Joseph Goebbels, padre de la propaganda Nazi quien lideró el Ministerio de Educación Popular y Propaganda creado por Adolf Hitler en el año 1933. Goebbels fue encomendado para monopolizar el aparato mediático estatal, allí prohibió toda publicación y medios de comunicación que no estuvieran bajo su control y al lograrlo, orquestó un sistema de consignas para ser transmitidas gracias al poder centralizado en teatro, cine, televisión, prensa y literatura.
Hasta este punto podemos notar ya dos claras similitudes con el sistema actual en Venezuela, desde el nombre del ministerio Nazi “Ministerio de Educación Popular y Propaganda” y el nombre impuesto a los ministerios en Venezuela “Poder Popular”, posteriormente el empeño de tomar control sobre los medios de comunicación en Venezuela y así poder monopolizar la información.
Goebbels desarrolló 11 principios de la propaganda los cuales marcaron un hito a partir de ese momento para gobiernos comunistas, gracias a los buenos resultados que pudieron observarse. Al estudiarlos a fondo, es posible observar muchas similitudes con el comportamiento en Venezuela por parte de quienes ejercen el poder, lo más notable, tener siempre a quien culpar en caso de presentarse cualquier crisis y además usarlo a su favor, una capacidad que ha sido pública y notoria y que hasta el momento no ha podido derrotarse del todo por parte de la oposición venezolana debido a que en muchos casos muchos partidos y líderes continúan trabajando en función a la política tradicional en Venezuela, negociaciones hechas desde una mesa, sin tomar en cuenta que la presión mediática es un factor que juega un rol de suma importancia y sobre todo contra un aparato bien asesorado desde el exterior con especialistas en las últimas tendencias comunicacionales y tecnológicas.
El primer principio de Goebbels trata sobre la simplificación y del enemigo único: adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo, vemos como se ha usado en muchas oportunidades en Venezuela, “El imperio”, “Pitiyanquis”, “Sanciones”, entre muchas otras, simplificar al enemigo ayuda igualmente a simplificar el mensaje y esto concuerda con el segundo principio, el método de contagio: reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada, así poder concentrar toda la información hacia un solo enemigo.
Ya viendo la relación entre los principios uno y dos de Goebbels con lo usado comunicacionalmente en Venezuela en la actualidad, es importante analizar la capacidad ya mencionada anteriormente de culpar a otros por los problemas que puedan presentarse en el país, para esto es posible mencionar el tercer principio de la publicidad Nazi, Principio de la transposición: cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”, de allí vienen los supuestos errores de Maduro en sus discursos, donde se hace pasar por ignorante, inclusive informaciones o fakes news son el propósito de desviar la atención, a su vez, poder culpar a otros al mismo tiempo.
Culpar a otros y desviar la atención, por eso cuando volvamos a pensar que tratamos con alguien que no tiene capacidad, ya sabemos que se encuentra asesorado por expertos en el área, inclusive la forma de hacerlo y promocionarlo nos lleva a los siguientes principios, el quinto y sexto, Principio de la vulgarización: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar” y el de Orquestación: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”, en ambos queda claro que una mentira dicha mil veces se convierte en verdad, vemos como cualquier frase o argumento dicha por los dirigentes en Caracas, automáticamente es repetida en todos los discursos de gobernadores, alcaldes, legisladores, jefes de calle, entre otros, como en todo el aparataje comunicacional del Estado, así no sean verdad, buscan llegar a la población más vulnerable desde el punto de vista comunicacional, ya sea por decepción, nivel educativo, entre otros, por todos los medios posibles y usando la repetición poder convencer.
El siguiente principio a analizar será el número diez, el Principio de la transfusión: por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas, como lo visto en hablar que las personas son discriminadas por su color de piel o estrato social por otros países, partidos políticos, y así poder crear una matriz de opinión adversa contra sus oponentes.
Por último, el principio once, Principio de la unanimidad: llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad, eso lo podemos ver en discursos nacionales, ante organismos internacionales, donde a pesar de saber que no cuentan con el apoyo de la mayoría, llevan una matriz de opinión que todos pensamos igual alrededor de cualquier tema propuesto por ellos.
Es claro que existen muchas similitudes entre los principios aplicados por Goebbels y lo aplicado en Venezuela por quienes gobiernan en la actualidad, además de utilizarlo directamente en sus discursos y aparato comunicacional, son bastante notorias la gran cantidad de cuentas en redes sociales que buscan contaminar comentarios de sus adversarios, cuentas sin fotos o imágenes bajadas de internet en sus perfiles, llevando el mensaje que ellos quieren difundir de forma masiva, buscando confundir a la población.
Es sumamente importante que quienes hacemos oposición entendamos que para poder llegar a la gente con proyectos para construir un mejor país tenemos que derrotar a los culpables en todos los ámbitos y eso incluye desmontar todo esta muralla comunicacional con estrategias diseñadas para que no pueda mentirse más al venezolano, donde la verdad prevalezca y puedan desenmascararse ante toda la población usando siempre la verdad y los buenos principios, ya no más confiarse desde la comodidad de oficinas o restaurantes, es la hora de la verdad, la cual debe ser dicha en todos los medios posibles y recibida de forma correcta por todos los venezolanos.