9 noviembre, 2018
1558 Lecturas
Por Pedro Taracena Gil
Impostores del periodismo en grado superlativo
El Régimen del 78 se basa en la gran mentira. El nefasto consenso formado por la oligarquía económica y financiera, los franquistas, los demócratas venidos del exilio, la clandestinidad y las cárceles, crearon el gran engaño de la modélica Transición. Una criminal, ilegitima e injusta amnistía, dejó impune el genocidio franquista. El pueblo espantado por el pánico a la dictadura, acepto el engaño de Juan Carlos I y Adolfo Suarez, que introdujeron de rondón la monarquía a través de un referéndum sobre la Reforma Política. La ilusión de la democracia y el progreso económico, sumió a los españoles en una amnesia general. El Rey y sus aduladores, los tres Poderes del Estado y los Medios de Comunicación, ensalzaron las virtudes de la Transición hasta el delirium tremens. Se consumó el maridaje Iglesia Estado y la alianza Trono Altar. Y los medios hicieron una piña ensalzando los logros españoles que en 1992 asombraron al mundo. También se mantuvieron conductas caciquiles entre el Grupo Prisa y el Gobierno. Bochornoso contubernio entre los señores González y Cebrián. Hasta llegaron a escribir un libro de forma conjunta: Maridaje entre el poder y la prensa. En España la prensa no vive del kiosco o de las suscriciones. La presa la paga la oligarquía económica, la misma que ayudo a Franco a traer los Borbones a España.
Hace 20 años sale a la calle LA RAZÓN. Evidentemente financiada por el capital que le interesa tener voz en los medios. Por ejemplo, la Razón y Antena 3 forman un matrimonio muy bien avenido. El precio de salida fue la mitad que el diario EL PAIS. En aquella época sin tilde en la i. De las redacciones salen los guiones que deben de ser defendidos en los platós de TV y en los estudios de radio. Una pléyade de voceros del Régimen del 78, boceras y aduladores del Reino y musas del Partido Popular, todos ellos amantes defensores de Transición, crean a diario el nuevo NODO, que perpetua el espíritu franquista. Sin olvidar el nacionalcatolicismo, cooperante necesario en los crímenes del franquismo. Los Medios de Comunicación gozan de los tres vicios que pervierten al periodismo español: Dependencia del poder político y financiero. Corporativismo infame y nula crítica y autocrítica.
Este preámbulo me sirvió de apoyo para yo explicara a un colega mío francés, los fastos donde acudió el Rey de España, la Oligarquía, los políticos y todas las autoridades del Estado. Este periodista ya era consciente de la contaminación de los poderes del Estado, aunque dudaba que la prensa, en lugar de ser el látigo del poder político y económico, se hubiera convertido en el más vil adulador de la ilegitima y antidemocrática Jefatura del Estado. Lo más asombroso fue hasta que estuviera presente el mismísimo Pablo Iglesias, líder de PODEMOS, coqueteando con la podredumbre del régimen. El espectáculo que dieron los impostores del periodismo, fue un insulto al pueblo que está indefenso ante las agresiones del capital, los empresarios que han provocado que los trabajadores y sobre todo las trabajadoras salgan de la esclavitud impuesta por la Europa de los Mercaderes.